• 5 de mayo de 2023

El que gana conduce, ¿y el que pierde?

El que gana conduce, ¿y el que pierde?

Los tres candidatos con mayores posibilidades de llegar a la gobernación juegan sus últimas fichas. Una elección donde se juega mucho más que el sillón de Sarmiento. El destino de los dos candidatos a vice que pierdan. El que gana se queda con todo.

A una semana de las elecciones, los candidatos ponen toda la carne en la parrilla para lograr obtener el voto de confianza de ese porcentaje de la población que está enojada con la política y los políticos y que eligen no votar o votar en contra de y no a favor de alguien.

Es la primera vez en veinte años que en las elecciones no solo se juega quien va a conducir San Juan por los próximos cuatro años, sino que está en juego el poder, tanto del oficialismo como de la oposición, agregando que también está en juego la representatividad de candidatos nacionales para las próximas elecciones para presidente, senadores y diputados. El que gane va a gobernar, el que pierda tal vez no pueda ni siquiera acompañar, porque es difícil que pueda encabezar la oposición.

Mucho hay en juego para los principales candidatos y referentes que integran listas en distintos cargos. Si hay que definir esta contienda electoral en pocas palabras, es la gran oportunidad de José Luis Gioja de volver al gobierno; la gran ocasión de Marcelo Orrego de llegar a gobernar y sacar al justicialismo del poder y el gran desafío de Sergio Uñac de seguir gobernando.

Sergio Uñac sigue visitando los distintos departamentos y acompañando a sus candidatos.
José Luis Gioja encara los recorridos por los barrios sanjuaninos.

La interna Uñac-Gioja

Hubo años de tranquilidad en materia de transiciones políticas, con lo cual el traspaso de mando era dentro de la racionalidad y por el lado de la oposición el recambio se daba de a poco, pero sin ser traumático. Tras los tres mandatos en los que gobernó José Luis Gioja y cedió el bastón a Sergio Uñac, todo marchaba en aparente normalidad, hasta que en el 2019 se hicieron públicos los primeros chispazos.

En el 2020, con los resultados de la interna partidaria mediante los cuales Sergio Uñac se impuso para la presidencia del PJ provincial y venció a la lista que apadrinaba José Luis Gioja, se creía que la disputa había terminado, pero nada más alejado de la realidad.

La interna siguió y llegó la instancia de la renovación de autoridades para este año, con previa modificación del Código Electoral Provincial, donde se eliminaron las PASO y se introdujo el SIPAD, que en la práctica es una ley de Lemas.

Con estos antecedentes, tanto para Gioja como para Uñac ganar es vital. Las diferencias son tan profundas, que fue una tarea titánica de los asesores políticos generar una reunión entre ellos para limar asperezas.

Solo se logró que ambos fueran dentro de la misma agrupación, pero el día de la firma y presentación Gioja no estuvo presente y hasta sacó un spot publicitario donde aclaraba que él y Uñac no eran lo mismo. Tras ocho años de gestión de Uñac, esta vez se enfrentarán y con la particularidad que uno sólo quedará en pie… o ninguno. Y si bien hoy en día son “enemigos íntimos”, saben que se necesitan uno a otro.

Si alguno de los dos gana, sería una derrota muy dura para el otro sector. En el caso de Gioja juega también el calendario. Si los dos pierden, habrá un reacomodamiento para ver quién encare la oposición, pero con un poder muy licuado.

Si ganara José Luis Gioja, trataría de dejar sin una gota de poder a Sergio Uñac y buscaría quedarse con todo el peronismo, lo que no sería tan difícil en caso de ser gobernador nuevamente. Además, tendría la espalda política suficiente para poner candidato a senador y a diputado nacional para las elecciones de octubre.

Si el que ganara las elecciones fuera Sergio Uñac, mandaría a cuarteles de invierno a José Luis Gioja, uniría al hoy dividido peronismo y podría planificar durante cuatro años a quien podría sucederlo en el sillón de Sarmiento. En caso de perder, su preocupación pasaría solamente por dar batalla en las PASO para ser candidato a senador en octubre, para lo cual debería armar también una lista de diputados muy fuerte. Aunque en ese momento todavía seria gobernador, serían los últimos meses y con una transición encima para entregar a otro el poder.

Marcelo Orrego ya fue candidato a gobernador en el 2019.

El que puede cambiar la historia

Marcelo Orrego, el hijo y nieto de peronistas de cuna, podría transformarse, de ganar las elecciones, el que saque del poder el justicialismo después de 20 años de gobierno repartidos entre dos personas: José Luis Gioja, 12, y Sergio Uñac, 8. Tal vez nunca estuvo tan cerca de llegar y de no hacerlo, no se sabe si podría tener otra oportunidad igual, pese a su juventud.

Marcelo Orrego ya fue candidato a gobernador en el 2019 y sacó un porcentaje de votos más que aceptable, lo que le permitió seguir liderando la oposición en San Juan, aunque hubo quienes le reclamaron más dureza, de igual modo obtuvo respaldos importantes.

Si Marcelo Orrego no ganara, no solo perdería la posibilidad de gobernar la provincia, sino también perdería el liderazgo de la oposición. Vendrían las críticas de todos lados y el hecho de poder ubicar varios diputados no sería suficiente.

Tal vez uno de los que saldría al cruce sería Rodolfo Colombo, de ACTUAR, teniendo en cuenta que su candidatura no cuenta con el total beneplácito de Orrego dado que pone en riesgo a la figura de Susana Laciar.

Si Marcelo Orrego no ganara, no solo perdería la posibilidad de gobernar la provincia, sino también perdería el liderazgo de la oposición. Vendrían las críticas de todos lados y el hecho de poder ubicar varios diputados no sería suficiente.

Tal vez uno de los que saldría al cruce sería Rodolfo Colombo, de ACTUAR, teniendo en cuenta que su candidatura no cuenta con el total beneplácito de Orrego dado que pone en riesgo a la figura de Susana Laciar.

La Corte

El máximo tribunal debe expedirse sobre si Uñac puede o no ser candidato. No opinar antes del 14 de mayo, una de las opciones posibles.

El futuro de la candidatura de Sergio Uñac para un nuevo período de gobierno está en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Dicha candidatura ya fue avalada por el Tribunal Electoral Provincial, pese a las presentaciones de la oposición. Por esa razón es que fueron directamente al máximo tribunal de justicia de país, obviando el recurso ante la Corte local.

Los que no son candidatos, pero se juegan mucho

Hay dos dirigentes que, pese a no ser candidatos a cargos claves, igual ponen mucho en juego: Luis Rueda y José Peluc.

Luis Rueda, mano derecha del gobernador, presidente del partido Bloquista y candidato a diputado provincial.

Luis Rueda, mano derecha del gobernador, presidente del partido Bloquista y candidato a diputado provincial, si gana Uñac seguirá siendo el nexo fuerte con el gobernador, ahora con injerencia directa en la legislatura provincial. Pero si Uñac perdiera, Rueda quedaría en el ojo de la tormenta por no haber llevado candidato a gobernador propio o por no haber impuesto a un bloquista dentro de la fórmula con Uñac. Además, quedaría cuestionado también por haberse asegurado un cargo, quedando como que buscó la solución personal. Una situación de esta naturaleza daría vida a muchos históricos que están fuera del juego, pero dentro del partido.

José Peluc, no es candidato, pero es el armador y estratega político del frente Desarrollo y Libertad.

José Peluc, no es candidato, pero es el armador y estratega político del frente Desarrollo y Libertad que se juega nada más y nada menos que transformarse en los referentes de Javier Milei para las elecciones nacionales de octubre próximo. Sobre sus espaldas pesa la necesidad imperiosa de que las tres subagrupaciones logren sacar el 10 por ciento de los votos, algo exigido por Milei, para ser sus referentes. De no obtener el piso del 10 por ciento, enfrente y pese a que fue negado por el propio fundador de la Libertad Avanza, está Sergio Vallejos, que no forma parte de los libertarios, sino de Unidos por San Juan, pero que de obtener el 10 por ciento de los votos podría reacomodarse en la relación con “el león” y terminar siendo el libertario elegido. Hoy muchos sanjuaninos asocian a Vallejos con Milei.

El futuro de los candidatos a vice

El otro punto en juego es que, de los tres candidatos a vicegobernador en las fórmulas con mayores posibilidades de llegar, solo uno alcanzará la meta, razón por la cual los otros dos corren riesgo de salir de escena.

Si el vice electo fuera Cristian Andino, se pondría en el mismo escalón que Uñac cuando fue vicegobernador: intendente exitoso de un departamento rural, agrícola, con la salvedad de que San Martín tiene menos habitantes que Pocito. En este caso tanto Gramajo como Martín perderían protagonismo por lo menos por dos años, momento en el cual deberían buscar la forma de volver al ruedo para las legislativas del 2025.

Si el electo fuera Fabián Gramajo, sería el broche de oro para la campaña de revalorización que encaró con Chimbas, a partir de la frase que se pegó en los sanjuaninos: Chimbas te quiero. Andino y Martín quedarían al costado del camino.

Si el vicegobernador que resulte electo fuera Fabián Martín, rompería el molde de sus antecesores, aunque si su modo de manejarse es la foto que compartió en marzo durante el carnaval de Chimbas con otros jefes comunales, se podría decir que sería un hombre de diálogo. De ser así, Andino y Gramajo deberían disputar un espacio de poder dentro del PJ.

Cristian Andino tiene una agenda apretada con el recorrido por los departamentos.
Fabián Gramajo acompaña a Gioja en todas las recorridas.

El gran perdedor

Si hay alguien que perdió antes del 14 de mayo es el candidato a gobernador por San Juan al Futuro, Eduardo Cáceres. Empezó con tibieza, pero el hecho de querer hacer de sus problemas personales con un determinado sector el problema de todos, terminó por hundirlo mucho antes del 14 de mayo.

Su candidatura fue una necesidad personal de demostrarle a la sociedad que estaba limpio, que la justicia lo había desvinculado de la causa por violencia de género que denunció Gimena Martinazzo, que había aprendido de sus errores de alejarse de la gente cuando Mauricio Macri era presidente y él tenía acceso irrestricto a ese círculo. Pero todo fue en vano y era la última oportunidad que tenía de reivindicarse.

Eduardo Cáceres y la cancidata a vice Romina López Cuenca.