• 20 de abril de 2024

Desborde administrativo: síntomas

Desborde administrativo: síntomas

POR EDUARDO QUATTROPANI

  • A modo de denuncia y advertencia, referí en la columna anterior al desmesurado avance, en algunos Poderes Judiciales, de la burocracia administrativa por sobre la Magistratura, poniendo de resalto que se debía proveer lo pertinente para que ello no ocurriese en nuestro Poder Judicial.
  • Una buena estrategia para ello, imitando lo que ocurre en materia de salud, es tener en cuenta “los síntomas” que aparecen cuando ello ocurre o está por ocurrir, a fin de “tomar los remedios” que eviten que se instale ese virus, ya que una vez que sucede, es difícil, mas no imposible, de erradicar.
  • Así, un síntoma que se verifica, en general, está dado por lo que podría denominarse, en términos bélicos o políticos, el “dominio territorial”, exteriorizado en el caso, por la inserción de personas del círculo íntimo del “gran administrador”, en lugares estratégicos.
  • Otro síntoma, complementario del anterior, está dado porque el “gran administrador” se reserva para sí el arma mortal de tener la única llave de acceso a los niveles de decisión, de manera tal de no parcelar su poder.
  • Se dice en los Poderes Judiciales en los que ese virus se ha instalado o está en curso de instalación, que hay otros dos síntomas que generalmente se presentan. Uno es que el “gran administrador” es el único que conoce toda la información administrativa; y el otro, que este se ocupa de desprestigiar a quienes no forman parte de su “banda burocrática”.
  • Cuentan también que, en los Poderes Judiciales en los cuales el burócrata no es demasiado hábil, se verifica la presencia del síntoma de la egocentricidad, exteriorizado por el afán del “gran administrador”, de sentarse en primera fila en todo acto o reunión, o en asegurarse que Protocolo anuncie su estelar presencia inmediatamente después de las máximas autoridades.
  • Se menciona, también, como síntoma complementario de este último, que mientras ello ocurre, Jueces, Juezas, Fiscales y demás, presencian el acto de pie por ausencia de lugares, dejando en claro la desvirtuada escala jerárquica.
  • Los estudiosos del tema aseguran que un síntoma que es menos visible, pero casi determinante para detectar la presencia del virus, es que el “gran administrador” promueve, porque lo necesita, que en los pasillos se murmure que es el verdadero manipulador del poder y que tiene la capacidad para condicionar decisiones o impedir que se tomen.
  • Como característica del virus se menciona que, para que se instale, necesita primero romper los mecanismos de defensa, y para ello se da a la tarea de dividir los componentes del cuerpo con el infalible “tome y traiga”, haciendo gala de la gran capacidad de mutación ante los cambios que puedan producirse año a año.
  • Dan a conocer quienes lo padecen en sus jurisdicciones, que es un virus difícil de erradicar, pues, por lo general, se tiene miedo, casi terror, de pasar por el proceso que significaría combatirlo, y en menor escala, porque resulta cómodo, favorable o ventajoso.
  • Como dije en la columna anterior, hay que evitar que esto se produzca entre nosotros y, para evitarlo, nada mejor que tener en cuenta esta especie de protocolo de los síntomas, para que de tiempo en tiempo podamos preguntarnos y respondernos si alguno de ellos se verifica entre nosotros.