• 17 de marzo de 2023

Quién ganó y quién perdió con el conflicto docente

Quién ganó y quién perdió                                                       con el conflicto docente

Doce días sin clases. Un acuerdo paritario con los gremios que fue modificado a instancias de los autoconvocados. El nuevo orden gremial. Los costos del acuerdo.

Al cierre de esta edición, se cuentan 12 días en los cuales los niños y adolescentes no tuvieron clases. ¿El motivo? Un paro docente pero no prohijado por los gremios, sino por el denominado movimiento de docentes autoconvocados. La situación se repite en un lapso de nueve meses. La primera vez arrancó el 25 de mayo, con el desfile, cuando un grupo minoritario quiso hablar con el gobernador y luego intentó ingresar al desfile para protestar. No se quedaron con eso, en junio también hubo movida, más numerosa y heterogénea cuando los gremios debieron sentarse a revisar el acuerdo alcanzado en marzo. Tras acordar gremios y Gobierno, empezó la movida con un paro que duró varios días y una propuesta que se acercó a lo que los autoconvocados pedían, pero que se negoció con los gremios.

Ahora el Gobierno, por primera vez, dialogó con una comisión de cinco personas designada por la asamblea de autoconvocados y por primera vez se les hizo una propuesta mientras los que miraban desde la banquina eran los sindicatos del sector.

Siempre se ha dicho que todo reclamo es válido hasta que empieza a afectar derechos de terceros. Y esto es lo que ocurrió en este conflicto. Se generaron no solo cortes de calles por las marchas con una concurrencia muy numerosa, sino que también se cortaron rutas, afectando a trabajadores, productores, entre otras víctimas de la protesta.

Un conflicto que aminora, pero no finaliza

Tras 9 días una comisión docente fue recibida por el secretario de la Unidad Gobernación, Luis Rueda, a quien se le entregó el petitorio que estipulaba mejoras al acuerdo del  incremento del 71,1 % entre marzo y noviembre, pero que en julio iba a ser revisado. En paritaria del 27 de febrero se acordó con los sindicatos que en marzo se alcanzará el 41,1 %, acumulado (enero 5,1 %; febrero 6 % y 30 % en marzo 2023), en septiembre se sumaría un 10 % y en noviembre un 20 %, con una revisión en julio. Ahora, tras la charla con Autoconvocados, se aplicará así: 41,1 % en marzo, un 10 % en abril, un 10 % en julio (totalizando un 61,1 por ciento a julio) y 10 %.  

El gobierno necesita desactivar rápido la bomba porque a sesenta días de las elecciones, el desgaste ha sido importante.

La vuelta de los docentes a las aulas, según Educación un 74,75 % el miércoles, no significó el fin del conflicto. Un grupo minoritario decidió seguir con la no asistencia a los lugares de trabajo. Lejos de solucionarse el enfrentamiento, este grupo que ya no es tan numeroso cortó calles, creó caos.

Algo llama la atención poderosamente y es el hecho de que a menos de dos meses de las elecciones se acumulan 12 días sin clases de manera consecutiva y eso, en campaña, no es un buen dato ni suma votos. Hasta ahora, se ha cuidado a los manifestantes para quen puedan reclamar, pero evidentemente a esta altura los padres de chicos que van a la escuela de gestión estatal y los sanjuaninos que se cruzan con las marchas o los cortes de calle, empiezan a exigir soluciones.

Silencios que aturden

Hay dos temas que no han pasado desapercibidos en este conflicto: el silencio de la Iglesia Católica y el haber ignorado a la legislatura y a los diputados.

En conflictos anteriores que se extendieron de esta forma o un poco más, siempre la palabra del obispo de turno fue escuchada, buscó mediar y llamar a la reflexión. Incluso los manifestantes fueron recibidos por el arzobispo. Sin embargo, en esta oportunidad, llamó poderosamente la atención el silencio en el cual se ha mantenido monseñor Jorge Lozano y también ha resultado llamativo que los autoconvocados no hayan recurrido a él para buscar destrabar la disputa.

Otro hecho que resulta fuera de lo común es que, en esta ocasión, estando a metros del edificio de la legislatura, los manifestantes no entonaron ni un cántico pidiendo la intervención de los legisladores o del vicegobernador. Esta situación se contrapone con lo sucedido en el año 2002, cuando la protesta docente tomó el edificio legislativo y obligó a un grupo de diputados a bajar para conversar con ellos.

Movimiento quebrado

La asamblea celebrada el martes se fue dilatando por la cantidad de oradores que se iban sumando para expresar su punto de vista. Fue tal el número de docentes que se expresó, que sobre las 13 recién se pudo votar, resultando rechazada la propuesta por mayoría: 13 departamentos votaron en contra: 25 de Mayo, Albardón, 9 de Julio, San Martín, Pocito, Sarmiento, Capital, Rawson, Calingasta, Caucete, Valle Fértil, Angaco e Iglesia. A favor votaron solo seis departamentos Ullum, Zonda, Chimbas, Jáchal, Santa Lucía y Rivadavia.

Los departamentos que votaron aceptando la propuesta marcó un quiebre que se visibilizó el miércoles por la mañana en varios establecimientos escolares.  

«Al que no le guste que diga la palabra fractura, que me diga qué palabra utilizar y lo hago, pero es imposible pensar distinto», dijo refiriéndose al hecho de que muchos docentes decidieron volver a las aulas a partir del miércoles.   El dirigente reconoció que por día no trabajado podrían descontarles 5.000 pesos a los docentes. «Es mucha plata. Tiene un peso y esto provoca temor”.

Los intereses extradocentes

Otro de los temas que rodeó a la protesta fueron temas que nada tenían que ver con el reclamo: politización, candidatos que aprovechaban para sacarse fotos, críticas a la realización de la Fiesta del Sol, la campaña y la candidatura de Uñac.

El tema de los infiltrados es algo que se notó desde el primer momento. Convocatorias que, al poco andar, ya exhibían en las redes el sello político del MST. También en medio del conflicto, uno de los motivadores de la manifestación, Cristian Jurado, lanzó su candidatura a gobernador por la Izquierda.

Las fuertes críticas a la Fiesta Nacional del Sol por los montos destinados, estuvo presente y circularon capturas de pantalla de expedientes por licitaciones y compras directas. También en las protestas se metió el tema de las elecciones, haciendo circular por lasa redes mensajes tales como “ustedes descuenten los días que nosotros vamos a descontar en las urnas”.

Quién gana y quién pierde

¿Hay ganadores y perdedores? Tal vez sí, tal vez muchos más perdedores que ganadores. Ganaron los agitadores que por detrás alentaban un conflicto salarial, pero que en el fondo perseguía fines políticos en un año electoral. Ganaron muchos candidatos desconocidos que aprovechaban la ocasión para fotografiarse y desvirtuar la protesta.

Respecto a los perdedores, en el frente quedaron los gremios quienes evidenciaron falta de representatividad y credibilidad, toda vez que, con los porcentajes de acatamiento de la medida de no ir a clases, quedaba en claro que en el reclamo había un número importante de afiliados a los gremios docentes.

Cómo se recuperan los días perdidos

En el tire y afloje entre autoconvocados y gobierno, se perdieron 12 días de clases que pueden ser más porque hay docentes que continúan de paro. Ahora, ¿cómo se recuperan los días perdidos, o en todo caso los contenidos que no se dieron?

Sabido es que desde hace algunos años se incrementaron los días de clases a 190. San Juan no lograba llegar a esa cifra y se mantenía en los 180 días. Pero ahora esa cifra está por debajo de los 170 días, y si bien los especialistas siempre aclararon que más que recuperar días de clases lo importante era recuperar contenidos, por ahora nadie desde el Ministerio dio pistas de cómo se llevará a cabo esta tarea.

El nuevo rol de los gremios

Evidentemente que a partir de este movimiento de autoconvocados que logró mejorar una paritaria cerrada con las entidades sindicales docentes y de la que se beneficiarán todos los empleados estatales, se plantea un nuevo orden gremial.

Si bien de los cuatro gremios docentes que hay en San Juan -UDAP, UDA, AMET y SADOP- este último no participa en paritarias y de los tres restantes solo AMET no firmó el acuerdo, todos caen en la misma bolsa y deberán revisar estrategias.

El más perjudicado de todos puede que haya sido UDAP, que en los últimos tiempos sufrió una sangría de desafiliaciones y se quedó con más pasivos que activos en el padrón. Además, pasó de tener 13 mil afiliados en su época dorada, a escasamente contar con 5 mil o 6 mil afiliados.

 A estos se suma el hecho de que celebra elecciones el próximo 13 de abril y la junta electoral rechazó a la única lista opositora que se había presentado, algo que ahora deberá analizar el Ministerio de Trabajo, entonces el desgaste es peor. Todo esto se ve reflejado en una encuesta de febrero realizada por una consultora porteña, la que indicaba que tras un sondeo hecho en todo el país, la ciudadanía confiaba en los docentes pero no en los gremialistas del sector.

Los costos del acuerdo

  • El 10 por ciento nuevo desde abril y otro desde julio implica un desembolso extra para el Estado de 13.500 millones de pesos anuales.
  • La grilla salarial estatal sanjuanina a marzo va a quedar en casi 20 mil millones de pesos, cuando estaba en 13 mil millones.
  • El 41 por ciento de marzo importa casi el 80 por ciento de recursos de coparticipación mensual y en gastos del personal anual del presupuesto implica alrededor de un 66 por ciento. 
  • Son 13.500 millones el costo anual del acuerdo inicial, que insume 65.000 millones de pesos. Para aplicar los incrementos de este año, el Estado deberá desembolsar 78.500 millones de pesos anuales.