• 19 de agosto de 2022

El escándalo que sacude al Poder Judicial y pone en jaque a la Corte

El escándalo que sacude al Poder Judicial y pone en jaque a la Corte

Juan Pablo Ortega es un funcionario que ocupó lugares claves. Se vio envuelto por encubrimiento en el escándalo de Mario Parisí, otro peso pesado dentro de la Justicia, pero zafó por ser amigo. Ahora le atribuyen armado de causas, al menos tres casos. ¿Por qué el juez Matías Parrón le concedió la libertad?

Pasaron diecisiete años desde el escándalo por los exámenes de ingreso al Poder Judicial donde en la mira estuvo el exsecretario Administrativo, Luis Alberto Recio. Hoy, el escándalo que tiene como principal imputado a Juan Pablo Ortega, hombre con influencia dentro del Poder Judicial por los cargos que ocupó: asesor jurídico del Colegio de Jueces, Escuela de Capacitación Judicial, Unidad Conclusiva de Causas. Si bien el llamado “caso Recio” en el 2005 fue grave, el ahora llamado “caso Ortega” asoma como mucho más grave.

Son varios los delitos endilgados y varios los imputados. El principal es Juan Pablo Ortega, pero también aparecen su esposa, Belén Rodríguez, quien hasta no hace mucho era la secretaria de la Unidad Conclusiva de Causas y ahora está en la Cámara Penal. Rodríguez es la esposa de OrtegaClaudia Elizondo, secretaria de la Unidad Conclusiva, sigue en esa oficina cumpliendo funciones en la parte de instrucción de expedientes.

Libertad. El funcionario judicial quedó en libertad por decisión del juez de Garantías, Matías Parrón, dos días después de que había sido aprehendido tras ponerse a disposición de la Justicia por pedido de detención emitido la Fiscalía de Delitos Especiales.

Otra imputada es la abogada Claudia Cossi, quien cumplía la función de parque querellante, que presentaba escritos realizados por Ortega o redactados por ella, pero corregidos por el funcionario judicial. No fue imputada una de las psicólogas de parte. En realidad, la denuncia de quien fuera señalado como abusador de su propia hija, fue contra tres psicólogas de parte, la abogada de la denunciante, y contra la denunciante -su ex y la madre de ella.

En medio de este hecho, escandaloso por sí, el juez de Garantías, Matías Parrón, ordenó la detención, le impuso prisión hasta la audiencia de formalización, pero le concedió la libertad, desoyendo el pedido y los fundamentos de fiscalía para que continuara detenido hasta el juicio, cuya investigación llevará un año, según el plazo dispuesto por el magistrado. Parrón tuvo relación con Ortega cuando el acusado brindaba asesoramiento al Colegio de Jueces.

La gravedad de los delitos

De los delitos imputados – tráfico de influencias, incumplimiento de los deberes de funcionario público, ejercicio ilegal de la profesión de abogado en concurso real por el delito de asociación ilícita- dos le dan al carácter de grave a la causa: el de tráfico de influencia y la asociación ilícita.

El tráfico de influencias es un delito que consiste en lograr que una persona que ostenta un cargo público dicte una resolución injusta con la intención de lucrarse

Las penas son de prisión de seis meses a dos años, multa del tanto al duplo del beneficio perseguido u obtenido e inhabilitación especial para empleo o cargo público y para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo por tiempo de cinco a nueve años. Si obtuviere el beneficio perseguido, estas penas se impondrán en su mitad superior.

En la letra fría de la definición, no se alcanza a apreciar la real gravedad. Un funcionario judicial, en este caso, que utiliza sus influencias para armar causas donde está en juego nada más y nada menos que la libertad de una persona y, en este caso, por un delito tan aberrante como es el abuso en perjuicio de menores.

La idea de asociación ilícita implica que un grupo de personas establece un vínculo o asociación para cometer un acto al margen de la ley, es decir, algo ilícito. Es considerado como una asociación ilícita cuando se dan una serie de circunstancias.

En primer lugar, si el grupo o asociación tiene un objetivo en común. En segundo lugar, cuando los distintos miembros se reparten una serie de funciones o tareas para que su organización sea lo más eficiente posible. Por otro lado, su estructura organizativa tiene que regirse por algún tipo de normas o códigos y disponer de una cierta jerarquía para coordinar sus actividades ilegales. La escala penal es prisión o reclusión de 3 a 10 años.

Dos causas más

En el contexto de la investigación, para sostener la imputación de la figura de la asociación Ilícita, fiscalía investiga dos causas más donde se usó el mismo método. Si bien no han trascendido detalles, se trata de las causas Guerrero y Pacheco, donde Ortega daba instrucciones de qué hacer, Cozzi era la abogada de la parte querellante, y Elizondo y Rodríguez hacían su parte.

La entrega. El pasado sábado por la tarde, luego de que el juez Matías Parrón librara la orden de detención, Juan Pablo Ortega se entregó en la Central de Policía, en el marco de la causa por presunto tráfico de influencias.

Encárgaselo a Orteguita

Tras la explosión del caso de Juan Pablo Ortega, en los pasillos de Tribunales el comentario es uno solo: el grado de protagonismo que adquirió basado en dos razones, se ganó la confianza de los superiores y resolvió situaciones que le delegaron.

Siempre estuvo al amparo de alguien. De hecho, empezó desde abajo, como escribiente, pasando por secretario de juzgado, juez interino, asistente jurídico del Colegio de Jueces, secretario Relator de la Corte, director de la Escuela de Capacitación Judicial.

Los problemas de Ortega, según coinciden jueces, fiscales y funcionarios, empezó cuando pasó de ser eficiente a transgresor porque creyó que él era el Poder Judicial. Allí empezó su caída meteórica. No supo administrar el poder. El hecho de ser secretario Relator, por ejemplo, le permitió redactar proyectos de sentencia para los cortistas, buscar jurisprudencia que avalara ese voto y que no hiciera el ministro pisar en falso. Cuando fue secretario del Primer juzgado Correccional, ante un cuerpo sin vida debió ir a constatar, era los ojos del juez, pero prefirió no ir y ordenar por teléfono el levantamiento del cuerpo presumiendo que era una muerte natural. La realidad demostró que era un homicidio.

ADRIÁN RIVEROS – FISCAL COORDINADOR UFI DELITOS ESPECIALES

“Ortega es el jefe de la asociación Ilícita”

-¿Le sorprendió que le hayan concedido la libertad al doctor Juan Pablo Ortega hasta tanto se produzca el juicio dentro de un año?

-La verdad, no me sorprendió. Entendíamos que correspondía la prisión preventiva en función de la gran cantidad de delitos que se le imputaban. Pero también entendíamos que era probable que se dispusiera su libertad, tal como ocurrió.

-¿Qué delitos se terminaron imputando?

-Fundado el tráfico de influencias en virtud de que es un funcionario judicial, tiene un cargo importante en el mismo, como también el de incumplimiento de los deberes de funcionario público. El ejercicio ilegal de la profesión de abogado en concurso real por el delito de asociación ilícita. Eran cuatro personas las que habían incorporado y las que habían realizado las distintas maniobras en donde se investiga que han armado una causa judicial para perjudicar a una persona, en este caso el denunciante, el señor Aguilar, y que usando esas influencias habían realizado maniobras delictivas que están plenamente acreditadas tanto con los mail que ya habían secuestrado de la computadora de la doctora Cossi, una abogada litigante que de la cual se habían valido y que había prestado su voluntad para participar de esta asociación donde había un organizador, Ortega, y distintas personas cumplían distintos roles, alguna tomaban declaraciones o en otros casos emitían resoluciones. Todos influenciando a un juez para, como decíamos, obtener un fin y perjudicar a una persona.

-Dados los antecedentes laborales de Ortega, la importancia de los cargos que ha desempeñado en el Colegio de Jueces, en la Unidad Conclusiva de Causas, ¿puede interferir con la investigación por haber quedado en libertad?

-Nosotros entendíamos que sí, era una de las razones por las cuales solicitábamos que continuara detenido, el juez dictó la prisión preventiva, el sábado.  

-¿Hablamos de tres causas en total?

-Sí, existen dos causas más en donde, por un lado, se han encontrado mail entre la doctora Cossi, que siempre actúa como abogada litigante, en algunos casos como defensor de como querellante, el doctor Ortega como organizador.  

O en otro caso de otra causa, le manda a él los escritos para que se los corrija para determinar si están correctos y también actúan tanto la doctora Rodríguez como la doctora Elizondo, lo que hace presumir que ya tenían un fin determinado, el guion planificando el momento de las necesidades y que han actuado en el tiempo lo que nos hace presumir que hay un concierto de voluntades de acuerdo, un acuerdo de voluntades.

-Estas tres causas le dan solidez y el fundamento al delito de la asociación ilícita, ¿se ha logrado establecer quién es el jefe o la jefa de esta asociación ilícita?

-Nosotros entendemos que es Ortega, en función de que el testimonio de Cáceres, que es la señora que va en ayuda de Ortega, en su declaración dice que al primero que va a buscar esa Ortega y que él era el que definía el plan a seguir. Con estas palabras está demostrando que es a quien ir a buscar para poder organizar esta maniobra.