• 9 de septiembre de 2022

Qué cambia después del atentado a la vicepresidenta

Qué cambia después del atentado a la vicepresidenta

Si falló o no la seguridad, es algo que deberá determinar la Justicia. Intento de femicidio, discurso del odio. Nuevos paradigmas. La grieta se agiganta ¿Cómo impacta en la campaña 2023?

El atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández ocurrido el pasado jueves 1 de setiembre, obliga a la sociedad y a la clase política a replantearse el discurso para evitar que sea un discurso de odio en vez de un discurso que busque diferenciar un modelo de país de otro.

Ya nada será igual, muchas cosas cambiaron a partir de este hecho. No solo en materia de seguridad para las autoridades electas por el voto popular, sino en la vida diaria de la política. También aparecen interrogantes respecto a si el atentado fallido obliga a dejar el odio de lado, si la grieta cede o si se profundiza. Cómo impactará el hecho en la campaña para el 2023, y si se calmarán las tensiones entre el poder político y el poder Judicial.

Lejos de calmarse los ánimos ante la gravedad del hecho, parece que la grieta se agiganta. Si bien en un principio en las horas posteriores al ataque hubo miedo y desconcierto entre la dirigencia política, con el correr de las horas esa sensación fue pasando y aparecieron las críticas y las dudas.

Si el atentado fue armado, es gravísimo, si no lo fue, también es gravísimo. Cualquier conjetura es preocupante. Es un hecho sin precedentes desde la vuelta a la democracia, salvo en el año 86 cuando se atentó contra el entonces presidente Raúl Alfonsín, aunque los escenarios eran distintos. En la actualidad, el discurso violento de oficialismo y oposición viene mostrando una escalada de violencia importante.

Los mensajes de violencia fueron escalando en los últimos días en relación con el pedido de 12 años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos que hiciera fiscalía en los alegatos de la causa Vialidad. Esto desató la furia del oficialismo, en especial sectores del kirchnerismo, que respondieron por las redes. El ejemplo más claro del nivel de violencia tuvo como protagonista a las dos mujeres más influyentes de la política.  Cristina Kirchner sugirió que la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, bebe de más y la dirigente opositora le respondió que ella «no puede dejar de ser corrupta». Horas antes del episodio, el diputado e hijo de la vicepresidenta, Máximo Kirchner, criticó a la oposición y lanzó: «Ellos están viendo quién mata al primer peronista (…) quién saca chapa de cowboy».

¿Cómo puede cambiar el panorama político?

Un sector minoritario de la política redobló la apuesta y puso un manto de sospecha sobre el atentado. Otro sector, el mayoritario, busco una cuota de responsabilidad y se limitó a repudiar el atentado, mostrar solidaridad con la vicepresidenta, pedir el esclarecimiento del hecho y condenar la violencia.

Sin embargo, esto no se contagió en todos los actores. El pasado sábado, mientras la Cámara de Diputada de la Nación buscaba consensuar un documento repudiando lo sucedido, el diputado nacional de Libertad Avanza, Javier Milei, protagonizó un insólito cruce con Cecilia Moreau y Romina del Plá en torno a si es correcto decir vicepresidente o vicepresidenta.

Con la campaña rumbo al 2023 a la vuelta de la esquina, hay quienes sacan cuentas para saber cómo impactará el atentado en las preferencias electorales. El director del IOPPS, Antonio de Tommaso, dijo que antes del atentado, la intención de voto dentro del oficialismo favorecía ampliamente a Cristina Fernández, aunque no logró echar claridad sobre si el hecho la fortaleció o puede terminar perjudicándola.

ANTONIO DE TOMMASO – DIRECTOR DEL IOPPS

“Habría que investigar intento de femicidio”

-¿Era necesario el feriado tras el atentado contra la vicepresidenta?

-Declarar feriado fue lo más inteligente que hizo el presidente de la Nación. Por si bien para San Juan o Mendoza el tema laboral o no laboral no tenía incidencia, se sabía que en CABA iba a salir esa multitud a manifestarse en favor de la vicepresidenta. Si no hubiera sido feriado, hubiesen estado los que opinan lo contrario y no había manera de garantizar la seguridad de ese día, no habría alcanzado la seguridad de Gendarmería y Policía Federal para controlar los disturbios si se encontraban dos sectores opuestos en la calle.

-¿Por eso fue inteligente?

-Por supuesto, eso hizo que se desinfle un poco durante el fin de semana. Lo lógico era Capital Federal y provincia de Buenos Aires, pero tampoco un presidente va a decretar un feriado nacional para el AMBA y no para el resto de las provincias, después de todo cada provincia podía adherir o no.

-¿Lo ocurrido el jueves por la noche, aumenta la grieta o va a generar una reacción para recapacitar?

-Pongo el ojo en comentarios y publicaciones y creo que la grieta recién comienza ahora y se va a profundizar con esto de que es una teatralización y no un intento de asesinato a la vicepresidenta.

-Acá había posiciones distintas, pero no ese sentimiento de odio de unos a otros.

-Pensar que quien intentó matar es un loco suelto, no es así, aquí hay instigadores discursivos. Un legislador de Neuquén que decía que había que matar a la vicepresidenta e imponer la pena de muerte, colgar imágenes de la vicepresidenta donde aparece ahorcada, escribir “yo te quiero muerta Cristina”, todo esto son instigadores que cualquier persona que está medio desequilibrada, toma eso y lo hace realidad. Hay instigadores de este acto de violencia, los hay a diario y no es conveniente porque cuando empieza a correr sangre, corre mucha y para los dos lados.

-Están los que dicen que explote para que termine de una vez.

-Al que dice que explote, le va a explotar en la cara a él mismo. Dejemos que la justicia investigue. Pero acá hay otro tema, el femicidio, porque cuando a la vicepresidenta le dicen la yegua u otra cosa.

Están hablando del tema femenino y me parece que no solo es intento de asesinato, sino también intento de femicidio.

 Si el vicepresidente fuera varón no sé si habría el mismo nivel de violencia verbal. Hay quen comprobarlo, pero el nivel de violencia verbal es porque se trata de una mujer.

-La principal crítica a Alberto Fernández es que lo maneja una mujer.

-Exactamente y creo que a eso también hay que incluirlo en la investigación.

-Todos deben bajar un cambio.

-Es cierto porque todos meten leña al fuego, pero acá hasta dónde va el tema de la grieta. Acá se debaten dos modelos de país, es imposible solucionar lo de la grieta si no se define quien va a liderar la distribución de l riqueza, la va a liderar el mercado o el Estado, esos son dos modelos de país, se tiene que definir si hay más o menos derechos sociales, más meritocracia o más equidad, el éxito individual o el bienestar colectivo, este es el debate de la grieta, estos cuatro ejes está la grieta.

-Tampoco es tan puro uno o el otro, se mezclan otras cosas.

-Bueno, hay que definir, qué modelo se prefiere.

-Cuando hechos como este, ¿qué pasa electoralmente?

-Como pronóstico, estos dos partidos que lideran las dos vertientes van a sacar el 90 por ciento de los votos entre ambos. No sé quién va a sacar un voto más o menos, porque al acentuarse en la polarización los partidos más chicos quedan subsumidos a un modelo o a otro.

-¿Quién va a poder negar liderazgo a alguien que sobrevivió a un atentado?

-LaS mediciones que hemos hecho y que compartimos con otros colegas, antes de lo sucedido, la intención de voto en el oficialismo lo lidera Cristina Fernández, no hacía falta esto del atentado, ya era posible que fuera la candidata. Si esto aumenta o no, no se sabe.

Raúl Alfonsín

Los atentados en Argentina que dejaron marcas

El atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, no fue el único contra un funcionario de primera línea en Argentina. También lo sufrió Sarmiento, Perón, Alfonsín y Menem.

A Domingo Faustino Sarmiento le hicieron una emboscada en agosto de 1873, cuando se dirigía a la casa de Dalmacio Vélez Sarsfield. Por el tránsito tuvo que frenar antes. Tres hombres dispararon, pero una de ellas explotó hiriendo al atacante. En ese momento, Sarmiento no supo lo que sucedía.

Juan Domingo Perón tuvo varios episodios complicados. El primero cuando era presidente, fue en la Plaza de Mayo durante un acto de la CGT, en 1953. Una bomba explotó cerca de una confitería, por lo que el saldo fue varios muertos y heridos.

Raúl Alfonsín se salvó de un plan de intento de asesinato que debía concretarse en Córdoba. Entonces, dos oficiales debían custodiar el paso del entonces presidente. En medio del operativo se encontraron con una estructura armada con una batería y cables que conectaban a una bomba, que fue sacada del lugar y detonada una semana después. Los registros periodísticos indican que fue el político más amenazado en la democracia moderna. El primer atentado lo sufrió a tres años de asumir la presidencia, en 1986.

En el caso de Carlos Menem, si bien el atentado no fue directamente hacia él, le cobró la vida de su hijo Carlitos Menem, en marzo de 1995, cuando piloteaba un helicóptero. Si bien al principio se lo catalogó como accidente, en varias oportunidades, su madre Zulema Yoma dijo que fue un atentado.

Juan Domingo Perón
Domingo Faustino Sarmiento