• 7 de julio de 2023

Aún con el pronóstico de nevadas hasta septiembre recomiendan optimizar los recursos hídricos

Aún con el pronóstico de nevadas hasta septiembre recomiendan optimizar los recursos hídricos

No se avizora un cambio en la situación de emergencia que vive la provincia. Sin embargo, hay estrategias que pueden ponerse en práctica.

Los pronósticos realizados por especialistas indican que esta temporada podría nevar más que la anterior. A simple vista esto, que puede ser un respiro para la sequía histórica por la que atraviesa la provincia de San Juan. Pero ante este dato, también afirman que si bien hay buena previsión, la situación seguirá siendo crítica. Es por eso que es clave cómo se maneje el recurso hídrico local.

La expectativa está puesta en que comience a haber más nevadas y tormentas en la cordillera sanjuanina y al norte de Mendoza. Respecto al año pasado, lo que se observa es más vapor de agua, hay más humedad disponible, es decir, que habría probabilidades de tener tanta agua o tanta nieve o un poco más que el año pasado. Pero, esto no significa que haya que derrochar el agua, porque el sistema de embalses completamente vacío, o sea, por debajo de sus cotas mínimas de seguridad, por lo tanto, no se avizora un cambio en la situación de emergencia en cuanto al uso restrictivo del agua en todos los sectores, especialmente el sector agrícola, que es el que más agua demanda. Esto, según lo afirmó Oscar Dölling,director del Programa de Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas de la Facultad de Ingeniería, de la Universidad Nacional de San Juan. 

El investigador indicó que “por lo que podemos decir que, en virtud del aumento observado en las manchas solares, la variación negativa de presiones SOI y el aumento de temperatura superficial del mar en el Ecuador (indicador ONI); se avizora que tendremos nevadas en este invierno que pueden ser igual o superiores a las del 2022”. Sin embargo aclaró que los escurrimientos reales esperados deberán ser pronosticados teniendo en cuenta la humedad antecedente de las cuencas, las manchas solares de hace 18 a 24 meses atrás y la realidad de las nevadas que se produjeron semana a semana durante el año 2023, que han sido muy escasas.

La voz oficial

Desde la Dirección de Hidráulica son cautos a la hora de emitir una valoración exacta sobre la situación que la provincia puede atravesar durante este 2023. Desde esta repartición dijeron que entre el 23 y el 26 de junio, hay estaciones en las que se ha mantenido la altura y eso es un buen patrón sobre una constancia en las bajas temperaturas. Por lo tanto, el manto se va densificando que es lo esperado. Así las cosas, si se mantienen estas alturas, podría haber una mejor previsión para el 2024.

De todos modos, no hay una relación directa entre la altura de la nieve y el agua que escurrirá, por eso es que lo importante la permanencia del manto y si este logra densificarse. Lo que se espera es que cada nueva nevada pueda consolidar el manto que está abajo y así producirse posteriormente un mayor escurrimiento durante el verano.

En Hidráulica manejan datos a diario de las estaciones níveas y elaboran informes semanales. Cabe destacar en este sentido que la temporada de nueve en la provincia va de abril a septiembre. Ese mes se realiza el cateo nivometeorológico con muestras del manto de nieve y con ello, el pronóstico para el ciclo hídrico.

Por otro lado, el dato que también manejan es que el Río San Juan trae casi el doble de agua respecto a la misma época del 2022. Aun así, el pronóstico indica que no habrá más cantidad de agua para el riego y generación de energía que el año pasado. En la actualidad, el aforo del río indica que trae diariamente entre  26 a 27 m3/s.  El año pasado, para esta misma época, el río traía sobre los 15 m3/s.

En 2022, la Secretaría del Agua, dio a conocer el pronóstico hídrico octubre 2022-septiembre 2023, en el que se indicó que se preveía un volumen de agua medio en el río San Juan de 992,88 hm3, es decir, un 84,5% por encima de los 538 hm3 de escurrimiento con que finalizó el año hidrológico anterior. Por lo que se adelantó además un año seco.

El informe de la UNSJ

El informe elaborado por el geocientífico Silvio Pastore, del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de San Juan, anticipó que este invierno será pobre en nevadas, por debajo de los promedios históricos, y que después llegarán fuertes vientos. Para llegar a este pronóstico tuvieron en cuenta los últimos modelos de pronósticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, según sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Según Pastore, “la interpretación que estamos realizando de estos informes para nuestra región, indicarían que a partir de fines del invierno, principios de la primavera de este año, se esperaría una alta inestabilidad atmosférica producto del aumento de la temperatura del Océano Pacífico ecuatorial, lo que podría impactar en el aumento de la cantidad y de la intensidad de los vientos». En cuanto a las nevadas, la mayor intensidad recién habría que esperarla para el próximo año.

Así las cosas, el próximo ciclo hídrico será con bajos valores de reserva en los embalses sobre el Río San Juan, habrá aumento de la temperatura e incremento de la extracción de agua de los acuíferos.

 El fenómeno del Niño

El Fenómeno del Niño está originado en un complejo sistema termodinámico donde interactúan el Sol, el océano y la atmósfera. Para que se entienda mejor, según la explicación de Dölling, el Niño es un complejo fenómeno atmosférico originado por el evento que se conoce como Oscilación del Sur que es la variación de presiones atmosféricas entre 2 lugares, Tahití (en la Polinesia) y Darwin (en Australia) y que presenta una alta variabilidad tanto en frecuencia como duración e intensidad a lo largo del tiempo.

Es un evento cíclico, cuya ciclicidad está marcada también por los ciclos solares y duración e intensidad de la actividad solar. Se suele medir esa variación de presiones y generar un número que se lo conoce como el indicador SOI (por sus siglas del inglés Southern Oscilation Index). Los valores positivos del indicador SOI están asociados a la Niña, esto produce un aumento de la intensidad de los vientos alisios y los valores negativos se asocian al Niño, es decir un aumento de la intensidad de vientos contraalisios». 

Si se eliminan las pérdidas de aplicación en fincas, no habría necesidad de sobreexplotar el acuífero. Y si se impermeabilizan canales, incluso podría aumentarse el área cultivada. 

El panorama local

Los productores locales necesitan 524 hm3 para satisfacer la demanda de todos los cultivos. El Gobierno le entrega 872 hm3 pero a los productores le llegan solo 584 hm3, el resto se infiltra en canales.

Es decir que en la provincia, el sector de riego ha tenido una derivación promedio de 872 hectómetros cúbicos en los últimos 13 años. Sin embargo, se infiltra un 33% de este volumen en el sistema de distribución de canales.

Por otro lado, la demanda anual de cultivos es de 424 hectómetros cúbicos. Hay un déficit de aproximadamente 240 hectómetros cúbicos y se extraen aproximadamente 400 hectómetros cúbicos del acuífero con una eficiencia del 60%. Así las cosas y según Dölling, el sistema de riego es ineficiente, y es necesario mejorar la aplicación en la finca y la infiltración de los canales secundarios y terciarios.

Cabe destacar además que 1.250 hectómetros cúbicos es la demanda anual de agua en el Valle de Tulum. Más del 85% corresponde a la agricultura.

En definitiva, según Dölling, si se eliminan las pérdidas de aplicación en fincas, no habría necesidad de sobreexplotar el acuífero. Y si se impermeabilizan canales, incluso podría aumentarse el área cultivada. 

¿Entonces qué hacer?

El ingeniero Oscar Dölling resumió en cuatro puntos algunas estrategias que se pueden seguir para optimizar el recurso.

1-Desterrar el riego a manto y usar mangas, riego por pulsos, goteo, colocar nylon en acequias  o suelo cemento, combinación de ellas, etc. Eso aliviará el acuífero inmediatamente.

2- Impermeabilizar canales secundarios, terciarios, cuaternarios. Eso permite ampliar frontera cultivable.

3- Colocar más compuertas frontales automáticas para trabajar con los canales llenos y permitir disminuir tiempo espaciamiento de turnos en vid. Pero a su vez aumentar el caudal en toma de finca para hacer riegos más cortos por vez. Eso permitirá aumentar la velocidad de aplicación en surcos y disminuir las perdidas por infiltración intrafinca.

4- Hacer piletas para asociar algunos cultivos (chacra) que necesitan más frecuencia y menos caudal. Ideal si este tipo de cultivos de chacra se pudieran concentrar en sectores específicos de explotación ya que difieren mucho del tipo de riego que necesitan los frutales como la vid y el olivo.

Riego por goteo es una de las estrategias que recomiendan los especialistas para combatir la sequía.

OSCAR DÖLLING- DIRECTOR DEL PROGRAMA DE GESTIÓN INTEGRAL DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS- UNSJ

“Esperamos algunas nevadas para septiembre”

-¿Cuál es el panorama climático por el que estamos atravesando?

-La situación climática no ha cambiado, estamos en lo que se denomina una época de transición de lo que era una Niña que veníamos hasta fin del año pasado, a un Niño moderado, que es lo que se está desarrollando en este momento estamos en transición hacia ese Niño moderado.

-¿Qué significa eso?

-Que se está calentando el agua del pacífico en la zona ecuatorial. Las expectativas son que aumente esta anomalía de temperatura en el Pacífico Ecuatorial y no sobrepase el 1 grado centígrado de anomalía positiva. Esto implica que vamos a tener más agua, hay más vapor de agua en la atmósfera, existe lo que se llaman los ríos atmosféricos, que llamamos en materia climática, y estos ríos van a empezar ya. En la última semana de junio, vimos un temporal en San Juan, sobre todo que cubrió y dejó unos 40 centímetros de altura de nieve en la cuenca de los Patos Superior, en la cuenca del río Blanco y en algo en la cuenca también de Río Calingasta.

Hacia el norte, la cuenca de Río Jáchal y Castaño, la verdad que fueron disminuyendo las precipitaciones níveas y no han dejado gran cantidad de nieve.

Sin embargo, estamos viendo que se está debilitando el anticiclón del Pacífico Sur, esto debido justamente al desarrollo del Niño, y esto significa que estas masas de aire húmedo van a empezar a ingresar con más frecuencia a partir ahora de julio, agosto, incluso septiembre.

Estamos esperando también algunas nevadas en septiembre y tal vez en octubre, nevadas tardías, justamente porque el desarrollo del Niño ha sido, en este caso, este año tardío.  La expectativa es que no ha cambiado respecto a lo que avisábamos el año pasado, respecto a que vamos a tener nieve.

-¿Esto es un buen pronóstico entonces?

-Podrían ser tormentas intensas en septiembre, que nos dejen una cordillera con cantidad de nieve un poco superior a lo que vimos el año pasado. Vamos a tener volúmenes de escurrimiento muy probablemente similares o un poco superiores a lo que hemos tenido el periodo 2022 y 2023.

Esto no significa que tengamos que derrochar el agua, ni mucho menos porque tenemos el sistema de embalses completamente vacío, o sea, por debajo de sus cotas mínimas de seguridad, por lo tanto, no se avizora un cambio en la situación de emergencia en cuanto al uso restrictivo del agua en todos los sectores, especialmente el sector agrícola, que es el que más agua demanda.

-¿Con este panorama, qué se aconseja hacer?

-Los consejos o las sugerencias que se pueden dar en la gestión hídrica tienen que ver sobre todo con el tratar de entregar coeficientes de riego lo más cercano posible a la demanda real de los cultivos. Esto significa no derrochar agua, por ejemplo, en meses como en julio, en agosto, en septiembre, sino que tratar de mantener la precaución de no utilizar agua sin necesidad y ajustarse bastante a la demanda real del cultivo.

-¿Mejorar el rendimiento del agua en las fincas puede ser una alternativa?

-Si. Respecto a las precauciones a tener para este ciclo que se avizora 2023-2024, que se avizora como dijimos, como un periodo también nuevo de escasez por la falta de agua en el sistema, es que se aconseja mejorar los rendimientos de aplicación de agua en fincas. Esto se puede hacer de forma muy económica si utilizamos nylon, es decir, si impermeabilizamos las acequias, las melgas, o sea las acequias de distribución de agua interna en la finca. Se puede usar mangas. Y los que prefieran también o tengan la posibilidad de poder adquirir sistemas de riego por goteo.

Es decir, intentar mejorar, aumentar la frecuencia de riego para que los riegos no sean tan intensos y sí más frecuentes, pero para esto hay que acondicionar todo lo que es el sistema de distribución. Estas son ya medidas de largo plazo, y medidas inmediatas también se aconseja impermeabilizar todo lo que son canales secundarios, terciarios y juelas o cuaternarios. Es decir, todos los canales de distribución más chicos que hoy no están revestidos, intentar de hacer un revestimiento con hormigón o con incluso se puede utilizar en lo que se llama el suelo cemento. Y a nivel de gestión lo que se aconseja sería tratar de llevar nuestro sistema de distribución a un sistema de riesgo tipo australiano, que es un sistema que utiliza más con puertas frontales.