• 23 de marzo de 2024

…Y cuál es tu objetivo?

…Y cuál es tu objetivo?

Por Juan Carlos Bataller

Seguramente Tobías Martínez tiene como objetivo ser campeón de Turismo de Carretera y –tal vez- hasta subirse algún día a un auto de la fórmula 1. Un sueño que alguna vez tuvo Ricardo Zunino cuando para lograrlo invirtió cuanto tenía.

Leonel Messi seguramente también se planteó como objetivo que Argentina fuera campeón mundial, ser el capitán del equipo y que lo eligieran el mejor futbolista del planeta.

Estados Unidos, China, Japón, Alemania quieren seguir siendo potencias y por eso investigan, alientan las inversiones, fomentan la preparación de los recursos humanos.

En estos días uno escucha hablar de colonización de la luna, inteligencia artificial, robótica, prolongación de la vida, nuevas formas de energía… y realmente advierte que en medio de absurdas guerras e inadmisibles desigualdades, se está planteando un mundo que implicará cambios difíciles de analizar en su magnitud.

Pero la realidad nos hace volver a nuestras queridas charlas de café.

Este oficio de periodista nos permite hablar con mucha gente todos los días. Generalmente cuando le preguntamos a un sanjuanino –de cualquier edad- cuál es su objetivo personal nos encontramos con respuestas como estas:

-Entrar en la justicia porque paga buenos sueldos.

-Entrar en el Estado porque se trabaja de lunes a viernes y menos horas.

-Que el sueldo alcance hasta el fin de mes.

Desde el punto de vista personal son hasta lógicas las respuestas en un país de sobresaltos como es el nuestro.

Pero no es bueno que el único objetivo sea conseguir un trabajo.

Sería hasta prudente que todos entendiéramos que los buenos trabajos ahora y más aún en el futuro, sólo serán para países, provincias, empresas y personas altamente calificadas para desempeñarlos.

No alcanza con tener universidades, justicia, policías, hospitales u organismos públicos con mucho personal.

No es por el número de personas que allí trabajan que se mide la eficiencia de un organismo.

Difícilmente daremos un salto de calidad si sólo luchamos por mantener nuestra quintita laboral o apostamos todas las fichas a que la Difunta Correa o una mano amiga haga entrar a nuestros hijos en la Justicia, la universidad o el gobierno.

Sería bueno que en medio de necesarios achiques, licuaciones y eliminaciones también se nos plantearan objetivos que fueran un poco más allá.