- 27 de abril de 2024
Desborde administrativo “A Dios rogando y con el mazo dando”
POR EDUARDO QUATTROPANI
Con toda razón, quienes han leído las columnas anteriores pueden preguntarse qué ha hecho y qué hará el Fiscal General para evitar que el “virus” del atropello administrativo no entre al Ministerio Público Fiscal y Pupilar, paso a contar:
- En ninguna de las siete Unidades Fiscales existe un aparato administrativo que maneje turnos, licencias, ferias, recesos, etc., de los Fiscales, Ayudantes Fiscales y demás personal, estando ello en manos de los propios Fiscales Coordinadores, quienes son los que deben garantizar la prestación del servicio, aclarando que lo concerniente a Fiscales y Asesores lo firma el Fiscal General, de modo tal de evitar el riesgo de dejarlos a merced de algún “gran administrador”.
- Todo miembro del Ministerio Público Fiscal y Tutelar tiene el celular del Fiscal General y lo puede usar cuantas veces sea necesario. Tiene, a más, la posibilidad de concurrir al despacho o de hasta pararlo en el pasillo, impidiendo que algún pícaro “gran administrador” se convierta en aduana, o para peor, le pretenda hacer “leer el diario” que a su imaginación o estructura mental le resulte adecuado.
- No se ha permitido que algún colaborador del Fiscal General construya una “telaraña administrativa” que le haga tener facultades o poderes incompatibles con sus funciones.
- El Fiscal General, junto a los Coordinadores de las UFI y de los titulares de Asesorías, y hasta en reuniones conjuntas, decide el reparto de los recursos humanos y materiales de un modo equitativo y racional, evitando la conformación del “club de amiguitos de algún gran administrador”.
- Conceptualmente, jamás se le ocurriría a algún administrativo del Ministerio Público aparecer en los medios de difusión comunicando estadísticas o políticas del organismo, ello pues constituyen atributos de los Fiscales, Asesores o Ayudantes Fiscales, evitando así, al mismo tiempo, que alguien se sienta “el dueño del fútbol”.
- Muchos se podrán preguntar por la razón de mi insistencia en el tema, lo explico rápidamente:
a) En el Poder Judicial, todas sus estructuras se justifican por la resolución de conflictos y eso está, centralmente, en cabeza de los Jueces, por lo que la gente tiene el derecho a estar segura de que son ellos los que deciden libres e independientes, exentos de condicionamientos provenientes de un aparato administrativo desbordado en sus funciones.
b) En el Poder Judicial nadie puede tener súper-poderes, menos aún, un administrador, pues, si ello pasara estaríamos frente a una parodia de justicia incompatible con la República.
c) No es esperable que quienes ejercen cargos de representación levanten la voz, sino más bien que públicamente digan que “están cómodos”, ello hay que tomarlo como un síntoma de que el “virus” anda por ahí.
Como advertirán, sobran motivos para encender tempranas alertas tomando las precauciones necesarias a fin de que ese virus no se instale ni naturalice entre nosotros.