• 16 de marzo de 2024

Partido Bloquista: entre una interna famélica y una gran cuota de poder 

Partido Bloquista: entre una interna famélica y una gran cuota de poder 

Por Juan Carlos Bataller Plana

El Partido Bloquista marcó el Siglo XX en San Juan.

Fueron sus dos grandes caudillos quienes pusieron su impronta e incluso pasaron los límites provinciales: Federico Cantoni y Leopoldo Bravo.

Cantoni no dudó enfrentarse con el presidente Irigoyen. Eso le valió incluso que nunca pudiese terminar un mandato. Así y todo, hizo obras muy importantes y, junto a su hermano Aldo, le dejaron a San Juan una Constitución de avanzada.

Y cuando la escena del país cambió, con el surgimiento de Juan Domingo Perón, Cantoni se alió al justicialismo.

Bravo fue el político más pragmático que tuvo la provincia. Se las arregló para conseguir una promoción industrial millonaria, logró un índice de coparticipación que todavía agradecen los que gobiernan la provincia. Fue el hombre fuerte en la mejor época comercial del país con la Unión Soviética y fue clave con su voto para la reforma constitucional de 1994. Incluso, a principios de los ’80 estuvo cerca de ser el secretario general de las Naciones Unidas.

Y no dudó aferrarse a la figura de Raúl Alfonsín cuando volvió la democracia.

Ninguno de los dos fueron políticos fáciles de llevar.

Hay miles de anécdotas de cómo trataban a los adversarios… y a los propios que les disputaban el poder. Y lo ejercían hasta las últimas consecuencias.

Eran caudillos y podían escuchar. Eso sí, cuando decidían algo, pobre quién los enfrentara.

Y los dos entendieron que, como partido provincial, debían hacer frentes o acuerdos.

La realidad por estos días del Partido Bloquista es muy diferente.

Sólo conservan dos departamentos de los considerados chicos –Zonda e Iglesia- tienen tres diputados provinciales, no tienen representantes en la Nación y apenas un puñado de concejales. Y por estos días, el gran logro fue poder mantener el representante por la minoría en el IPEEM.

Esa pobreza nunca vista en el partido de la estrella, no evita que estén divididos. Luis Rueda va a seguir siendo el presidente del partido porque pudo presentar su lista con todos los avales y tras la decisión de la Justicia de no avalar la lista de Juan Domingo Bravo.

Así y todo, hay mucha ilusión entre quienes manejan el partido.

Han vuelto a recuperar la independencia política, empiezan a armarse para tratar de recuperar un legislador nacional en 2025 y, con sus tres diputados, pasaron a ser claves en la Cámara de Diputados.

El oficialismo, con sus aliados, puede conseguir entre 15 y 18 diputados y para tener mayoría necesitan 19 votos. Y los tres bloquistas serán claves para que se aprueben las leyes… o no.

Y más allá de internas que no le suman al partido, de tener pocos cargos y con un difícil trabajo de armado y renovación de estructuras, el bloquismo sigue siendo fiel a su historia, ser un partido con una importante cuota de poder.