• 20 de abril de 2024

Emprender por “virtud o necesidad”

Emprender por “virtud o necesidad”

POR MARCELO DELGADO

Diseñar la forma en que nos vamos sostener económicamente en el futuro próximo, resulta una tarea compleja de definir, y que no sólo desafía a los más jóvenes, o quienes están comenzando, sino también a muchos de nosotros, que en la edad madura de la vida, debemos comenzar nuevamente en base; “cero”.

Nuestra impronta productiva, nos lleva a procurar medios, no sólo para sobrevivir, sino para mejorar cada día nuestra calidad de vida, darnos algunos gustos, y también ir forjando un ahorro, para cuando las fuerzas vitales, comiencen a decrecer. Sin embargo, hay dos fuerzas que van tensando el camino, y que condicionan de manera significativa nuestras decisiones: La “seguridad” por un lado, que se traduce en ingresos fijos, estabilidad laboral, y una tranquilidad en las condiciones. Por otro lado, la “libertad”, que no le pone techo al crecimiento y las posibilidades ingresos, que promete autonomía y garantiza ser tu propio jefe, elegir los colaboradores y alcanzar tus sueños.

Finalmente, la seguridad es relativa, y la libertad es condicionada. Nuestras habilidades, competencias y herramientas; no siempre son duales. En algunos casos, seremos excelentes colaboradores, funcionarios o gerentes; y en otros; sólo tendremos lugar, en nuestros propios emprendimientos y será ese el camino de desarrollo personal, profesional y humano.

De todos modos, el mundo del trabajo, evoluciona a la velocidad de la tecnología, y los modelos de vínculos laborales y profesionales, ya no son independientes o dependientes, sino “interdependientes”. La jornada, como medida de prestación, va siendo reemplazada, por objetivos. Los modelos híbridos (mezcla entre oficina y hogar), ganan espacio, y se imponen con beneficios para ambas partes. Finalmente, muchos jóvenes que ingresan al mercado del trabajo, no solo exigen honorarios o salarios dignos, sino condiciones, como tomarse el sábado, poder viajar, o asistir al gimnasio. Aparece en el horizonte, nuevos modelos de vínculo entre capital y trabajo, y para algunos, es una gran oportunidad, para generar fuentes de ingresos, que combinen la libertad de la independencia y la seguridad, de un vínculo estable en el tiempo. Esta construcción, exige de las dos partes, esfuerzos virtuosos, de confianza y acuerdos ganar + ganar, para ambas partes.

En otros muchos casos, los cambios son forzados. Se dan en personas adultas, que por necesidad, tienen que salir a enfrentar la tarea de trabajar, pero ya no como lo venían haciendo hasta ahora. Muchas personas, que fueron despedidos, o forzados a retiros voluntarios, se encuentran con un escenario muy diferente, al que encontraban, cuando buscaban empleo. Ahora, tienen que demostrar lo que producen, no solo que pueden responder a instrucciones. Se les exige orientación a resultados, vínculos flexibles. Se tienen que hacer cargo de la obra social y la jubilación (monotributistas), y además, deben procurarse los soportes tecnológicos y las herramientas de trabajo. Vacaciones y licencias, son parte de los ahorros que deben generar.

Un cambio significativo, que por virtud para algunos, y necesidad para otros; ya no tiene retorno. Entonces nos preguntamos: ¿Nuestro sistema educativo, las pautas culturales, nuestras actitudes, entre otras; están orientadas a lo que viene; o nos quedaremos a esperar el pasado que ya fue?