• 15 de septiembre de 2023

Competencia con el comercio electrónico, altos alquileres y presión impositiva, entre los factores que más preocupan al sector

Competencia con el comercio electrónico, altos alquileres y presión impositiva, entre los factores que más preocupan al sector

Según una medición de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en agosto las ventas de comercios minoristas cayeron el 4,1% y acumulan ocho meses en retroceso.

El comercio sanjuanino viene de cerrar el octavo mes del año con caída de ventas y el panorama inquieta a los protagonistas de la actividad en la provincia. Y lo atribuyen, entre los principales factores, a la competencia con el comercio electrónico, los altos alquileres, sobre todo en la zona del microcentro, y a la fuerte presión impositiva.

Según una medición de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en agosto las ventas de comercios minoristas cayeron el 4,1% y acumulan ocho meses en retroceso. La caída representa el número más marcado de merma de operaciones desde febrero de 2021, cuando todavía la actividad estaba fuertemente afectada por la pandemia y las restricciones a la circulación y la actividad económica.

El fenómeno tiene origen, por ejemplo, en que el comercio local no puede competir en precios y condiciones de pago con las grandes plataformas de venta electrónica, como Mercado Libre, y eso tiene impacto directo en los volúmenes de las operaciones.

Laura Zini, titular del Centro Comercio de San Juan, dijo que “hay muy poco acceso del comercio de San Juan al comercio electrónico y por eso muchas veces la gente compra afuera y hasta en algunas ocasiones termina siendo más caro que comprarlo acá. Es porque se paga  un flete altísimo, pero está la comodidad del teléfono y de la plataforma”.

Lo que sucede es que un comerciante tiene que sostener una estructura que incluye, por ejemplo, el alquiler del local, pago de empleados, impuestos y servicios, como agua y electricidad, que encarecen la operación. Y que hace que competir con las plataformas no sea sencillo por una cuestión de costos.

La dirigente explicó que, para la pandemia, muchos comercios sanjuaninos adoptaron como herramienta al comercio electrónico, pero que tiene dificultades para mantenerlas. Por eso recomendó atraer al cliente al negocio, usar las redes sociales y ofrecer calidad y “un abanico de posibilidades de pago, cosa que el cliente vea que tiene muchas opciones, y algún beneficio por comprar en ese comercio”.

Otro problema es el alto costo de los alquileres en el microcentro, este mes otra vez impactados por la suba de la inflación. A lo que el comerciante debe sumar, por ejemplo, el costo de los servicios como agua y electricidad.

Por un local en calle Tucumán, por ejemplo, en pleno microcentro, un comerciante debe pagar unos 4 millones de pesos en promedio. Esta situación ha provocado, por ejemplo que, por una cuestión de costos, algunos propietarios trasladen sus negocios a otras zonas, por ejemplo sobre Avenida Córdoba, con el impulso de los nuevos recorridos de la RedTulum de colectivos. E incluso con el crecimiento de los centros comerciales de Rawson, Santa Lucía y Chimbas.

El tercer factor en la crisis del comercio es la fuerte presión impositiva y las cargas sociales al personal. Y que pareciera que tiene como ámbito preferido a los negocios del microcentro. Una queja recurrente en el sector, como lo dijo Marcelo Quiroga, de la Cámara de Comerciantes Unidos. Para afrontar todo este panorama, Quiroga contó que están adelantando las liquidaciones 

LAURA ZINI- CENTRO COMERCIAL DE SAN JUAN

“Es muy difícil sostener un negocio con estos niveles de inflación”

– ¿Cómo es la situación del comercio sanjuanino?

– No es fácil y lo que está pasando en San Juan coincide con los números de la CAME.

– ¿Qué puede hacer el comerciante para competir con el comercio electrónico?

-Una de las herramientas es hacer un uso intensivo, pero a conciencia, de las redes sociales, para poder llegar al consumidor. Y ofrecer calidad y valor agregado al producto. Otro eje es una buena propuesta de pago, que no haya un único medio de pago, sino que se ofrezca un abanico de posibilidades de pago. Que el cliente vea que tiene muchas opciones, y también algún, algún beneficio por comprar en un comercio determinado.

– ¿Algo más?

-Siempre tiene que haber promociones vigentes, premios, sorteos, en eso hay que ser muy dinámico. Y también tener en cuenta que las redes sociales constituyen el mayor aliado.

– ¿Cómo los afecta la presión fiscal?

– Hay una economía en negro que está funcionando, que es muy grande. Hay mucha compra en efectivo, en negro. Y esto afecta a la hora de tener un comercio, pagando los impuestos, pagando los aportes y contribuciones. Así es muy difícil sostener un negocio con estos niveles de inflación.

– Y los negocios informales?

– Es otra cosa que nos preocupa, como son los llamados emprendedores. Venden a través de las redes sociales, algunos están inscritos como monotributistas, pero tienen un nivel de absorción de cuotas de mercado bastante grande en fechas especiales, como los días del Padre o de la Madre. Lo que pasa es que no pagan alquiler, no pagan aportes, y a lo mejor tienen un empleado, que a lo mejor no lo tienen declarado.

– ¿Y qué están haciendo frente a esa situación?

– Estamos intentando que se incorporen al mercado comercial.

MARCELO QUIROGA- CÁMARA DE COMERCIANTES UNIDOS

“El pequeño comerciante es el que la pasa peor”

– ¿Qué es lo que más les preocupa ahora?

– El problema de financiamiento de las compras, porque nos han acortado los plazos de pago de 60 a 30 días. Y muchos no tienen espaldas financieras para afrontar esa situación. El pequeño comerciante es el que la pasa peor.

– ¿Cómo impacta la inflación en la actividad?

– Pasa que el comerciante pide una cosa y el proveedor manda lo que quiere y al precio que quiere. Así es muy difícil planificar.

– En este panorama, ¿pueden planificar?

– Planificar es lo que deberíamos hacer, pero acá todos los días nos están cambiando las reglas de juego. Y así se hace muy difícil la planificación. Nos encontramos con aumentos de alquiler del 120%, por ejemplo, que impacta directo en nuestros costos y eso termina afectado a los consumidores.

– ¿Qué hace el comprador frente a la constante suba de precios?

– Recurre a las segundas y a veces hasta las terceras marcas. Es que la prioridad la tienen la comida y los gastos esenciales. Y después la gente ve si va a poder renovar las prendas.

– ¿Qué está pasando con las tarjetas?

– Con la inflación que hay, las tarjetas están pagando recién a los 21 días, y por eso muchos comerciantes están optando por no recibirlas, sino manejarse directamente con efectivo.