- 9 de noviembre de 2024
Una nueva era política se ha instalado
Por Juan Carlos Bataller Plana
El triunfo de Donald Trump hace ocho años, el de Javier Milei en el 2023 y el del propio Trump el martes pasado, son muestras cabales que hay una nueva era en la política del mundo.
El electro presidente de Estados Unidos puede haber llegado con los republicanos, pero nunca dependió de su partido para ser candidato. Y lo terminaron aceptando porque los iba a hacer ganar, no porque los represente. Incluso, en la carrera del magnate estadounidense, muchas veces las críticas más fuertes a su persona vinieron de su propio espacio.
Javier Milei primero llegó a la presidencia y recién ahora está armando un aparato partidario electoral. Incluso no ahorra críticas hacia “la casta”, es decir todo lo que no sea de su agrado.
No sólo han ganado en sus países, en los dos casos son influencias para dirigentes que tratan de imitarlos, como en su momento Jair Bolsonaro se fijaba en Trump. Además, creen con fervor en las redes sociales, tienen sus defensores que, por lo general en el anonimato, ajustician a quienes deslizan críticas y aborrecen al periodismo a no ser que entreguen a ellos. Además, odian todo lo que sea de izquierda, no les agradan los movimientos feministas, son escépticos de la importancia de derechos sociales y ponen en duda la agenda contra el calentamiento de la tierra.
En los dos casos, hay una persona clave: Elon Musk. El multimillonario sudafricano estaría por comprar CNN, es el dueño de X y tiene gran influencia sobre Trump y Milei.
Y ahí surge el primer gran interrogante: ¿ya estamos en la era de las multinacionales superiores a los estados? ¿tiene más poder un Elon Musk que las instituciones que hasta ahora son los pilares de una república?
¿Qué pasará si terminan condenando con pena de prisión a Trump? ¿Tendrá más fuerza la Justicia o la voluntad de 74 millones de estadounidenses que eligieron a Trump conociendo perfectamente que tenía esas causas en su contra?
El progresismo y la izquierda tienen mucho que ver en el crecimiento de fenómenos como Trump y Milei. En la cruzada de otorgar derechos a las minorías relegadas históricamente, ahora hay un intento de recuperar espacios de un porcentaje alto de la población que se siente agredida por el discurso de la cancelación ante quienes opinaban distinto. Un país lo conforman tanto los sectores más progresistas como los más tradicionales. Y tanto Trump como Milei expresan lo que piensan más tradicional.
Además, hay un porcentaje alto de la población que cree que van mal en lo económico –en Estados Unidos lo piensa el 78% de la población- y terminan creyendo que sus problemas son a causa de los planes sociales, de los inmigrantes y de los chinos.
Hasta ahora no se ve que los “Milei” puedan ganar en los municipios o en provincias más chicas como San Juan. Eso sí, hace dos años, nadie creía que Milei podía ser presidente algún día…