• 2 de septiembre de 2022

Silvio Pastore: “En Alemania priorizan la calidad de vida de las personas y después el medio ambiente. Acá es al revés”

Silvio Pastore: “En Alemania priorizan la calidad de vida de las personas y después el medio ambiente. Acá es al revés”

El geofísico con una vasta experiencia en trabajos relacionados a la ciencia de la tierra expresó distintos conceptos en una entrevista a fondo realizada en el programa La Ventana, conducido por Juan Carlos Bataller y Juanca Bataller Plana. Pastore tiene una trayectoria importante en cuanto a su tarea relacionada en trabajos para la minería ya que participó en proyectos tales como Pascua Lama, Pachón, La Coipita, entre otros. Es además consultor y docente titular en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ.

-¿Qué opina sobre Alemania que reactivó la primera central de carbón que tenía parada por la crisis energética?

-Esta situación marca cómo los países se van adaptando al contexto mundial, toman decisiones, definir el futuro requiere adaptarse rápidamente al contexto general. Esto es lo contrario de lo que estamos haciendo en Argentina. Creemos que somos autosuficientes, que podemos vivir sin necesidad de conectarnos con el resto del mundo o entender cómo el mundo cambia rápidamente con conflictos geopolíticos asociados a situaciones de cambio climático. Están definiendo panoramas muy críticos hacia el desarrollo que conocemos como humanidad y la calidad de vida que hemos alcanzado.  Esto, hace dos años no se podría haber manifestado.

-Pero Greenpeace dijo que lo de Alemania es un paso amargo pero inevitable.

-Hay distinto puntos que deberíamos considerar para hacer un análisis lo más ajustado a la verdad. Lo que está haciendo Alemania como una república soberana es prevalecer la calidad de vida de sus ciudadanos. El ambiente se va a cuidar, se garantiza la calidad de vida. Es lo contrario que sucede en Argentina. Acá hacemos al revés, tomamos principios o enunciados ambientales y los convertimos en leyes sin pensar cómo se va a desarrollar una actividad humana que permita que cada uno tenga el derecho a trabajar, a una calidad de vida. Doy un ejemplo, las leyes de presupuesto mínimo de Argentina, son conceptos ambientales globales que se bajan a una legislación. Eso solo se hace en este país, no en el resto del mundo.

-¿Es lo que sucedió con los glaciares?

-Hoy, una de las instituciones más prestigiosas que se dedica a esa temática en Argentina, está convocando a distintas charlas y sigue enunciando propaganda diciendo que los glaciares son la reserva de agua futuras de Argentina. Esto no está basado en datos, eso no es real. El agua del futuro mundial, el agua del subsuelo o en la posibilidad que tengamos tecnológica de reciclar agua que hoy no es potable por ejemplo. Eso nos llevó a aislarnos, estamos en otro lado porque nos sentimos los inventores de la pólvora.

-De todos modos a los glaciares hay que cuidarlos ¿no?

Por supuesto, eso no está en discusión, sobre todo los glaciares que tienen significancia y que llamamos glaciares blancos. Hay que aclarar porque se mezcla todo en una misma bolsa. Vuelvo a las leyes de presupuesto mínimo, ley de protección de glaciares y ambiente. Meten en una misma bolsa dos ambientes distintos. El ambiente glaciar y el ambiente periglaciar tienen comportamiento distinto. En San Juan, a nivel mundial, está el primer trabajo realizado en Argentina de cuantificar lo que significa el contenido de hielo en un glaciar de escombro.

Eso nunca antes se hizo en el país. Fue un acuerdo entre Universidad y Gobierno y hoy sabemos lo que significa. El problema es que, ante la evidencia del dato, el relato sigue circulando. El relato nació de la ideología política.    

-El cambio de clima es mundial ¿Cómo ve las decisiones que se toman en otros países?

-Estamos en un momento del planeta muy complejo. Hay variaciones de Gobiernos, de izquierda a derecha, con distintas formas de encarar las actividades industriales. A esto se suma el cambio climático y de las gestiones sociopolíticas que impactan sin duda a nivel mundial. Esto obliga a países más desarrollados a tomar decisiones contrarias a los principios ambientales. Por eso hay que diferenciar lo que es un principio ambiental que queremos como nación para llegar al 2025, al 2050, como una reducción de la emanación de gases con el consumo de combustibles fósiles es un enunciado y regula para ir hacia ese objetivo, pero eso no es parte de su legislación. La legislación tiene que ver con la calidad de vida de los ciudadanos. Se prioriza al ser humano en su ambiente sustentable, pero el ser humano en la punta de la pirámide. Vuelvo a insistir en las leyes ambientales que se han sancionado o las que están en camino, porque para nosotros es un vicio el incorporar enunciados ambientales en la legislación. Entonces, te vuelve inflexible ante situaciones como las que enfrenta el Gobierno de Alemania.

“En Argentina creemos que somos autosuficientes, que podemos vivir sin conectarnos con el resto del mundo”

-¿Cómo ve la situación en los países europeos ahora?

-Cuando uno compra un auto, ves que tiene una velocidad crucero recomendable que es distinta a la velocidad máxima. La velocidad máxima de un auto es para utilizarla en una situación de emergencia que permita sobrellevar esa situación, pero si  lo usas siempre en la velocidad máxima, lo que te va a producir es que vas a fundir el vehículo o la vida útil es menor. Los países desarrollados a veces necesitan ir a velocidad máxima como lo que está haciendo Alemania, lo va hacer temporalmente hasta que salga su situación actual tiene que ver con un problema energético para afrontar el invierno para que la sociedad tenga el recurso. No afecta tampoco a la industria porque quiere seguir siendo potencia no solo dentro de la comunidad europea sino a nivel global. Van acelerar a fondo por un corto tiempo hasta que salgan y luego van a volver a esos enunciados por eso es la diferencia entre un enunciado y una legislación.

-¿Cómo reacciona la sociedad en esos países y qué pasa en Argentina cuando nos ponen límites de consumo, por ejemplo?

 Hay un abismo cultural. Yo voy hablar de mi espacio que es la UNSJ y que no es un ejemplo del uso eficiente del recurso hídrico. Regamos predios a manto, la mayoría de los baños de la institución pierde agua sin embargo tenemos las habilidades académicas de investigación más desarrollado en la provincia en justamente todo lo contrario buscar maneras eficientes de cómo manejar el recurso del agua. Le llamo hipocresía, mucha gente se enoja algunos me han llegado a denunciar. Pero decimos una cosa, pero en realidad hacemos otra, esa es la brecha cultural que nos separa de los ejemplos que estás dando.

-¿La sequía mundial puede beneficiarnos, respecto a que ya se piensan soluciones que luego podríamos adaptar?

-Me encantaría pensar en ese escenario, pero no percibo que eso este sucediendo. Hay instituciones como el MITS que han enunciado en estos modelos de calentamiento. El primer problema que vamos a tener es la falta de alimentos, la falta de recurso hídrico es decir de agua potable va a provocar grandes migraciones.