• 7 de septiembre de 2024

Ricardo Zunino habla del “fenómeno Colapinto”

Ricardo Zunino habla del “fenómeno Colapinto”

Corrió en los años 80 en Fórmula 1 y no oculta su felicidad de que nuevamente un argentino ocupe una butaca de la máxima categoría del automovilismo. Pero va mucho más allá en su análisis y explica los alcances del logro.

Una nota de Juan Carlos Bataller  y Juanca Bataller Plana

“Si, estoy muy contento, casi te diría que los amantes del automovilismo estamos exultantes con que un argentino, como Colapinto, vuelva a correr en la Fórmula 1. Yo personalmente estoy muy feliz”

Quién dijo esto el martes pasado en el programa La Ventana es nada menos que Ricardo Zunino, el único sanjuanino –y uno de los poquísimos argentinos- que llegó a competir en la máxima categoría del automovilismo mundial.

Ricardo es, sin duda, un punto de referencia insoslayable cuando de automovilismo se trata. Hablar con Ricardo es siempre un gusto. Y más en estos días cuando los argentinos han recuperado la pasión por el automovilismo.

-Estoy feliz por lo que es y lo que puede llegar a ser Colapinto pero además porque creo que se ha producido un click alrededor de esta participación que ha cambiado muchas cosas.

-¿Y cómo es eso…?

-Llegar a correr en la Fórmula 1 no es fácil. Hay 20 butacas y miles de corredores que sueñan con llegar. Es un embudo que muy pocos superan, no es fácil pasar. Era doloroso que Argentina no tuviera un piloto en esa categoría.

Juanca y Juan Carlos Bataller entrevistan a Ricardo y su hija Santina

>>> 

Zunino trata los temas como lo hacía con su carrera deportiva, en forma integral.

-Hay alguien que también ha sido muy importante en este logro y es Bizarrap. Es muy meritorio lo de Colapinto. Esto sólo se produce cuando uno está preparado cuando llega el momento. O sea, las cosas ocurren, pero también tenés que crear las condiciones para que ocurran. Si no creas las condiciones no van a ocurrir nunca. Y Colapinto se preparó. Desde los 14 años está viviendo solo en Italia. No hay duda que quien corre Fórmula 1 tiene que ser excelente piloto y Colapinto lo es. Pero no alcanza sólo con eso, no en la Fórmula 1.

-¿Qué factores influyen…?

-Fijate lo que pasó en las olimpiadas. Hemos sacado tres medallas nada más en los Juegos Olímpicos. Dirán que nos afectó la pandemia y todo lo que quieras, pero creo que merecemos más, somos gente capacitada y tenemos como país posibilidades inmensas. Argentina tiene premios Nobel, un quíntuple campeón del mundo de automovilismo, acá se corría un gran premio, estoy seguro que nos merecemos más y por eso te decía que se ha producido un clic.

-¿En qué sentido…?

-Un hecho importantísimo es que un argentino muy joven y de proyección internacional como es Bizarrap, al que he visto en algunas notas muy modesto, muy ubicado, movió sus influencias y convocó a grandes empresas internacionales argentinas como Mercado Libre, Globant y las que fueron sumándose (YPF, Celulosa, Quilmes…). Es una maravilla como se movió y lo que logró. Hizo lo que no hicieron otros dirigentes. Y esto habla de otra Argentina donde grandes empresas advierten los réditos de apoyar que un argentino ocupe una de las escasísimas butacas que ofrece una categoría que mueve millones de espectadores en cada carrera.  Y a partir de esa maravilla que produce Bizarrap se cuelgan otras empresas.

“Yo realmente estoy muy entusiasmado por el clic que ha ocurrido con el tema empresarial, con el automovilismo. Y también entusiasmado porque me he fijado en la consistencia que ha tenido Colapinto durante toda la carrera y me parece que tiene un futuro brillante”.

>>> 

Para Zunino lo que ha pasado en estas semanas es digno de elogio por donde se lo mire.

-Estoy contento además de lo logrado por Colapinto porque hubo una repercusión, lo vuelvo a decir, por parte de las empresas multinacionales argentinas de apoyar a los deportistas. Creo que un país como este tendría que tener dos, tres campeones del mundo. Creo que lo de Colapinto marca un antes y un después y más ahora que el automovilismo atrae a gente muy joven, como es el caso del italiano Antonelli que con 18 años correrá en Mercedes-Benz. Tener un piloto en la Fórmula 1 representa una tremenda repercusión internacional. Las carreras, la televisión, la comunicación, son horas y horas de promoción directa e indirecta. Por eso, como deportista, o ex-deportista o deportista, ¿por qué no?, creo que me voy a morir siendo deportista, te quiero decir que estoy muy contento porque veo que esto marca un cambio.

-Se abren nuevas posibilidades…

-No nos olvidemos que acá, en tiempo de pandemia, metimos preso a un remero porque se estaba entrenando sólo para competir internacionalmente.  Entonces esto es totalmente distinto, acá estamos apoyando a alguien y creo que es lo que hay que hacer.

-¿Cuál puede ser el futuro de Colapinto?

– Está preparado. El proceso de maduración que tiene que haber tenido es muy importante también. Estar solo en un país extranjero a 12.000 kilómetros de tu casa, con 14 años, y manejarte en ese nivel no es fácil. Tiene que haber pasado momentos muy malos y todo eso te hace madurar. Yo realmente estoy muy entusiasmado por el clic que ha ocurrido con el tema empresarial, con respecto al deporte, en este caso específico al automovilismo. Y también entusiasmado porque me he fijado en la consistencia que ha tenido Colapinto durante toda la carrera y me parece que tiene un futuro brillante.

-Con el coche que tiene Colapinto… ¿tenemos que esperar las posiciones que logró el fin de semana pasado, más o menos?

-Yo creo que sí. Es una muy buena posición. Es excelente. Ha terminado muy cerca de su compañero de equipo que hace dos años que está en la Fórmula 1. Y en una de esas consigue un puntito. Estuvo muy cerca del punto. Quienes conducen la Fórmula 1 se fijan mucho en ciertos detalles que son muy importantes. Y Colapinto ha demostrado en esta carrera, para mí, una consistencia. Y una inteligencia para correr excelente. Yo creo que lo ha hecho muy bien. Siempre tenés que tener un cuidado tremendo. Me imagino la presión que tiene.

-También en una carrera influye la suerte…

-Es así. ¿Qué pasa si en la primera carrera caes en la primera curva porque te chocaron? Es un drama. Son los riesgos que pueden ocurrir. Yo creo que ha pesado mucho lo que ha sido la primera vuelta. Son milímetros los que hay entre una rueda y otra. Bueno, te voy a contar algo. Yo debuté en Canadá. Como había perdido un turno de clasificación y la pista estaba sucia, clasifiqué décimo noveno. O décimo octavo, una cosa así. Estaba en carrera cuarto y lo estaba alcanzando a Didier Pironi. Cuando estaba por lograr el podio tuve que parar. Se soltó un tema de la caja, se me quedó trabada. Paré nada más un segundo. Salí y terminé séptimo. Todo bien, todo bárbaro. El periodismo internacional me entregó el trofeo Candy, que le llamaban a la revelación y toda la historia. Pero en la primera vuelta, en la segunda curva, me pasó por la rueda delantera, por la rueda trasera, Derek Bailey. Me rompía una parrilla de suspensión y estábamos en otra historia. Ese mismo. La cuota de suerte cuenta también. Y hace falta.

“Colapinto está preparado. El proceso de maduración que tiene que haber tenido es muy importante también. Estar solo en un país extranjero a 12.000 kilómetros de tu casa, con 14 años, y manejarte en ese nivel no es fácil. Tiene que haber pasado momentos muy malos y todo eso te hace madurar.”

-Para que Colapinto siga compitiendo ¿hará falta que Bizarrap siga influyendo para conseguir mayores apoyos?

-Ya influyó. Si no hubiera sido por él, por lo que yo he leído, si él no lo llama a estos empresarios amigos de él, conocidos, que los entusiasma con este tema, yo no creo que hubiera Fórmula 1…

-Pero fíjate cómo ha sido casi inmediata la repercusión. Es decir, si yo fuera Galperín, estaría contento de haber hecho esta inversión, porque tenía un registro inmediato.

-Claro, el país está hablando de la Fórmula 1. La carrera fue vista por millones de personas. Y después viene todo lo diferido, la semana posterior, todas las horas y horas que hay que seguimos hablando de este tema.

-Para los que no seguimos en detalle estas carreras, descubrimos que cada auto es un gran laboratorio tecnológico.

-Sí, es una cosa que ha cambiado totalmente. Es increible la tecnología que tienen y todo el conocimiento y el desarrollo que hay atrás, pues tienen grandes presupuestos. Eso se logra de esa manera. Tienen grandes presupuestos, entonces se logra seguridad, se logra desarrollo, se logra resultados. Cuando cambia el reglamento siempre hay algunas ventajas y desventajas. El que llega primero y acierta es el que funciona mejor. Pasó con Red Bull, que ahora no anda bien.

-En la transmisión explicaban que un piloto puede manejar de una forma u otra para evitar desgaste de neumáticos por ejemplo…

-La precisión que hoy tienen es tremenda. El volante tiene más o menos 45 botones. Y tecnológicamente tienen todas las computadoras que le están marcando desde la temperatura del motor, las vueltas, el desgaste de cada pieza para análisis en vivo de los ingenieros. Y esos ingenieros pueden decidir una carrera.

-Yo escuché decir que Fangio era un piloto tan genial que pasaba siempre por el mismo lugar. No se salía de ahí. Pero eso era a pulso. Hoy en día te lo hace computadora eso.

-Sí, Fangio fue el mejor piloto del mundo. Fangio fue un gran argentino. Fue un hombre que podría haber sido cualquier cosa y, sin embargo, fue un hombre serio, tranquilo. Hombre de campo. Reutemann también fue un señor.

-¿En cuántas carreras pudiste estar en Fórmula 1?

-Yo no corrí mucho porque tenía los problemas que tiene un piloto de Fórmula 1 cuando no tiene el apoyo. Yo corrí 11 Grand Prix nada más. Yo corrí dos carreras en el 79, después corrí medio año en el 80 y dos o tres carreras en el 81. Ese último año fue en Tyrrel, eran unas 15 por temporada.

-Han pasado más de 40 años desde que corriste, ¿hay muchos cambios?

-Es una Fórmula 1 totalmente distinta, mucho más segura. Nosotros éramos profesionales y ahora son súper profesionales.

-En la época tuya, uno o dos muertes por año había, y ahora hace mucho que no hay.

-En eso se trabajó mucho en la década del 90, pero eso todo lo produce el dinero. Con el dinero se hicieron autos más seguros, se pudo mejorar los circuitos, mejorar todo. Es totalmente distinto, pero es una maravilla.

-Para el interés de más gente, se suma que es una temporada que también ha cambiado, porque en los últimos años siempre el que ganaba se cortaba solo.

Ricardo y Santina en La Ventana.

“No nos olvidemos que acá, en tiempo de pandemia, metimos preso a un remero porque se estaba entrenando sólo para competir internacionalmente.  Entonces esto es totalmente distinto, acá estamos apoyando a alguien y creo que es lo que hay que hacer”.

-Ahora hay una temporada en donde hay más emoción. Se han puesto un poco más quisquillosos con la inspección, porque lo de Red Bull y tanta diferencia que hacía con el resto, era muy raro en cierto aspecto.

-En Argentina se corría en verano en tu época. O sea que es un país que tiene realmente tradición. ¿A qué temperaturas llegaban los autos ahí adentro?

-Más o menos 55, 60 grados adentro del habitáculo, sí. Acá y en Sudáfrica eran las carreras más calientes. Y después venía Brasil, que era un poco más fresco. La peor era Argentina y Sudáfrica. Se han corrido en esos tres circuitos y… Bueno, ahora hay muchos árabes, que corren de noche por ese tema. No, el futuro es inimaginable. La Fórmula 1 a lo mejor en cinco años tiene las últimas cinco vueltas con lluvia, lluvia artificial.

-Más allá que es mundial, ¿la Fórmula 1 es una fórmula europea?

-Sí, pero ya ha copado el mundo. Hay dos carreras de Estados Unidos, creo, y una de Canadá. Es decir, ellos buscan también abrir el mercado. Lo que pasa es que Estados Unidos tiene su automovilismo, pero es distinto. O sea, un piloto de Estados Unidos de Indycar para correr en Fórmula 1 necesita adaptación. En cambio, un piloto de Fórmula 1 puede ir a correr a Indy sin ningún problema.

Ricardo en su época en la Fórmula 1.

-Cuando te subís  a un Fórmula 1, ¿tenés sentido del riesgo que corrés o la pasión se impone por sobre todo?
-Uno no piensa en eso. Cuando sos deportista profesional, psicológicamente querés llegar a lo máximo. Y lo que es mío es mío y lo de los demás también es mío y es una lucha tremenda. Lógicamente hay momentos en los que uno está en frío y sabe lo que se está arriesgando.

-Para correr hay que estar físicamente muy bien.
-Sí, en todo deporte en el que uno llegue a lo máximo hay que estar fijándose en todo. Cualquier cosita hace la diferencia, así que hay que estar bien físicamente. Hay que ser muy obsesivo en todas las cosas, no dejar nada librado al azar en la medida en que uno pueda. Es la manera de poder llegar a los objetivos que uno se propone.

-Recuerdo que la gente decía “Reutemann es un pecho frío, salió segundo”. Tener un subcampeón del mundo de Fórmula 1 y pensar así…, pero esa es la mentalidad del hincha.
-Es la mentalidad del hincha y los argentinos somos un poco pasionales. Carlos fue un excelente piloto, ganó doce Grand Prix. Estuvo doce años corriendo en Fórmula 1, es importantísimo lo que hizo.

-¿Qué pasa cuando un corredor de Fórmula 1, una persona obsesivamente dedicada a eso, se tiene que bajar del auto?
-Es un tema serio. Está acostumbrado a producir mucha adrenalina y de repente se corta. Entonces más o menos se tarda dos años en que eso se vaya del organismo. Es como una adicción. Uno busca otras cosas y hay algunos que tienen más suerte de encontrarlas que otros. Después de que pasan los dos años, surge un problema psicológico pero depende de la personalidad de cada uno cómo manejarlo. Y si, se te termina algo muy importante y es complicado.

Hoy la vida de Ricardo pasa por Barreal, la posada que conduce y los caballos árabes. Sigue en el deporte y aunque pasó largamente los 70 años es campeón argentino de endurance, “Es una manera de mantenerme en actividad y aparte es maravilloso estar con esos animales tan potentes, la competencia con uno mismo y el caballo, pero además hay que ganarle a los otros también o sea es una competencia complicada, incluso con carreras internacionales que se corren casi todas en la provincia de Buenos Aires

Ricardo comparte su pasión por el endurance con su hija Santina, Santina es todo para Ricardo. Cuando habla de ella le cambia el rostro y afloran las sonrisas.

Santina es integrante del equipo de Alto Rendimiento, entrena y compite en Dubai con caballos, en la modalidad endurance o resistencia desde hace 7 años. Cuenta que su llegada a Dubái se da porque vendieron un caballo y el entrenador de allí la invitó a participar. Después de un año la contactaron de un establo y “ya hace 7 años que paso temporadas desde septiembre a marzo preparándome y corriendo”.

Los caballos de Dubái son privilegiados pues sus dueños están pendientes de los más mínimos detalles.  En el establo hay alrededor de 1000 caballos árabes, pero no entreno todos los días con el mismo, va variando de caballo. Su rutina consiste en entrenar cuatro horas por la mañana y dos horas por la tarde con su entrenador.

Santina corre en Dubái y en Abu Dabi. Cuenta que Argentina, Uruguay y Francia proporcionan muchos caballos, entrenadores, jinetes y veterinarios argentinos.

La deportista practica esta disciplina desde los 9 años, pero recién a los 13 pudo empezar a competir en el exterior y hace siete años que vive en Dubai.

El endurance o resistencia es una disciplina hípica que reúne la resistencia del caballo frente a grandes distancias a recorrer y un planteo estratégico de la carrera por parte del jinete o la amazona.

-Santina ¿Cómo hace Ricardo para seguir compitiendo en endurance a su edad?

-Muy sencillo: entrena todos los días.