- 21 de septiembre de 2024
Ricardo de Titto: “Sarmiento es el único genio que dio América Latina”

-¿Qué diría Sarmiento si hoy viviera?
-Es difícil ubicar a una persona fuera del contexto en el que se crió, vivió. Lógicamente hoy no habría condiciones para que un Sarmiento autodidacta de una provincia por aquel entonces casi completamente marginal al esquema político del país, acceda a la presidencia de la nación. Esto sería hoy. Y además, no podría existir una persona, digamos, de ese nivel de excepcionalidad, en el sentido más completo de la palabra.
.¿Por qué no?
-Porque Sarmiento, lo voy a decir con toda propiedad porque lo he investigado con el suficiente criterio y en oposición a otros investigadores de Latinoamérica, es el único genio que vio América Latina. ¿Por qué razón? Porque el genio es el que piensa diferente, es el que cambia cualitativamente la acumulación de conocimientos de otros y además es aquel que es un polímata. O sea, polímata se dice de aquel que más o menos sabe bien de casi todas las cosas.
-¿No hubo otros?
-Se dice que el último polímata que hubo en la humanidad fue Leonardo da Vinci porque fue el último que pudo resumir el conjunto del saber de una época después. Fue imposible por la especialización de las ciencias y la tecnología. Pero Sarmiento en el siglo XIX está a la par de figuras que tienen notoriedad mundial a nivel de un Bertrand Russell, de un Sigmund Freud, de un Carlos Marx.
-¿Por qué razón?
-Por la razón tan sencilla de que tuvo una mirada cosmopolita, abierta y amplia hacia todas las esferas del hacer cultural, económico, social, político. Lo voy a resumir en cuatro E que yo digo que distinguen a Sarmiento. Nadie duda, fue un gran educador, eso diríamos. Tiene la E del educador, pero tiene la E del estadista. ¿Cuántos estadistas hay en la historia presidencial argentina? ¿Estadista? Hablando de hombre de Estado, de gran proyección y envergadura.
-Ya tenemos dos E…
-Además, es el mejor escritor de habla hispana del siglo XIX, y no lo digo yo. Coinciden Jorge Luis Borges, argentino, Rubén Darío Nicaragüense y Miguel de Unamuro, español. Borges decía que el libro del siglo XIX no tendría que haber sido el Martín Fierro, sino Facundo.
-Falta la cuarta E…
-Finalmente está la ética, porque el sustrato es la ética, que es la moral, que es lo único que se puede proyectar en el tiempo. Hablamos de austeridad, rendición de cuentas, defensa de la opinión pública en el sentido de libertad de expresión en forma intransigente, las cosas que caracterizaron su presidencia.

De Titto en La Ventana: “Sarmiento en el siglo XIX está a la par de figuras que tienen notoriedad mundial a nivel de un Bertrand Russell, de un Sigmund Freud, de un Carlos Marx”.
-Hay un presidente actual que tocó el tema de los genios y dijo la diferencia entre un genio y un loco es el éxito. Y ese presidente, es Milei, ¿se ajusta a esos cánones o no?
-A Sarmiento le decían el loco Sarmiento porque sus iniciativas eran disruptivas. Pero Sarmiento era respetuoso de la opinión de los demás. Sarmiento en ningún momento puso interrupciones de censura a la opinión pública. Sarmiento era un hombre de Estado que creía en el Estado como defensor de la soberanía popular. Él luchó por una república de ciudadanos. Y en esa república de ciudadanos el Estado cumplía un papel clave, que era el de la educación pública y el de la salud pública. Entonces, a Sarmiento le decían loco porque viene a fundar escuelas.
-Lo interesante es que, además de todas esas cosas, se daba tiempo para tener amores. Y que sufría por amores.
-Yo digo que para conocer de verdad a Sarmiento, hay que tener cierta pasión, porque Sarmiento es un tipo pasional, es un tipo inteligentísimo, brillante. Pellegrini, cuando despide a los restos, dice despedimos al cerebro más fabuloso de América. Y Pellegrini no era de elogio fácil. ¿Y por qué dijo eso? Porque lo sorprendía a todos con las ideas que tenía. La gran inteligencia fue viajar por el mundo.. Fue, conoció Francia, se subió a un camello en el Sahara y fue a Estados Unidos. Era un tipo comosmolita en el siglo XIX. Él leía Rousseau, leía Montesquieu, leía Lamartine, así como disfrutó de conocer las obras de Miguel Ángel, así como quiso aprender alemán antes de ir a Alemania.
-Una última pregunta al educador De Titto… Hoy tenemos chicos que no entienden nada de matemática, no comprenden lo que leen. ¿Cómo cambiamos esto?
-Creo que la Argentina necesita una revolución educativa absoluta y completa. Hay un modelo educativo que no sirve más, que murió. Sarmiento en su momento hizo una revolución educativa que era alfabetizar. Había que enseñar a leer y escribir para tener un pueblo soberano, con capacidad de ejercer la soberanía y tomar decisiones. Ahora nosotros necesitamos chicos formados con las nuevas tecnologías, acercados a las nuevas tecnologías. Evidentemente tenemos que hacer un cambio sustancial de las metodologías. Sarmiento en su momento. Hizo un censo, tuvo datos, estadísticas, conocía. Acá necesitamos un cambio importantísimo o nos quedamos sin próximas generaciones ¿Hacia dónde va a ir ese cambio? ¿Cómo vamos a hacer para acercarnos a los chicos? Y lo más importante, ¿cómo vamos a hacer para hacer el clic en la cabeza del docente? Porque acá el problema que se va a plantear es ese. La educación es enseñar a pensar, no es dar las respuestas, es crear las inquietudes, es abrir el conflicto. Pero por supuesto que también los docentes tienen que adecuarse a una nueva situación en la que muchas de las situaciones son difíciles. Estamos poniendo sobre la mesa el futuro de nuestro país. El siglo XX cumplió un ciclo en el plano educativo. De ahí, como en todas las cosas, tenemos que tomar aquellas cosas que consideremos positivas y modificar aquellas que hay que adecuar a los nuevos tiempos. Los pibes son otros pibes. Mis hijos no soy yo. Somos distintos. Y bueno, esto plantea desafíos enormes. Está en los adultos saber aceptarlos y saber dar una respuesta. No le podemos pedir que lo vengan a resolver los chicos de 20 años.
De Titto y Sarmiento
Ricardo de Titto es un historiador y editor. Autor de 13 libros es docente e investigador especializado en Ciencias Sociales y Políticas. Publica columnas de historia y opinión en diversos medios nacionales y locales. Ha colaborado con prestigiosos autores y colecciones de difusión y académicas y dictado cursos en la Argentina y el mundo. El fin de semana pasado estuvo en el programa La Ventana, tras dar una charla en la Casa Natal.