• 31 de marzo de 2023

Por los costos, ir al médico hoy es perjudicial para la salud… y el bolsillo

Por los costos, ir al médico hoy es perjudicial para la salud… y el bolsillo

Se institucionalizó el cobro de plus. En hospitales públicos un turno para especialidad médica puede demorar entre 60 y 90 días. Afiliados a obras sociales y prepagas ya se atienden en el sistema estatal.

El sistema de atención de la salud atraviesa uno de los peores momentos en el país y San Juan no escapa a las generales de la ley. Tras la pandemia, ir al médico se encareció por la institucionalización del plus que se paga, un monto extra además de la orden de consulta y por lo que no se otorga factura, razón por la cual el afiliado no puede reclamar reintegro a su obra social o prepaga.

Suena raro decir que el afiliado a una prepaga tiene que pagar plus, pero hoy es común que suceda, más allá que las prepagas cobran montos muy altos. Sin embargo, creció de modo importante el porcentaje de sanjuaninos que se atiende en el hospital público pese a tener un seguro de salud -obra social o prepaga-.

Ir al médico en el sistema privado de la salud termina liquidando el bolsillo, pero ir a ser atendido en el sistema público termina desbordando la paciencia. El sistema del 0800 para turnos no responde o está saturado, los turnos son para 60 o 90 días cuando se trata de alguna especialidad y para una cirugía a veces el paciente permanece internado entre 7 y 10 días para no perder la cama.

La situación en el país

El sistema sanitario argentino actualmente está dividido en 3 grandes subsectores: el sector público, al que pueden acceder todas las personas que viven en el país; la seguridad social obligatoria, en donde se encuentran las obras sociales; y el sector privado, en donde operan las prepagas. 

Si bien el sistema público no tiene barreras de ingreso para cualquier persona que habite en la Argentina, se estima que es utilizado por el 36% de la población; entre ellos beneficiarios de programas estatales de salud, como Sumar e Incluir, o personas que no cuentan con otro tipo de cobertura.

Este porcentaje representa a 16,5 millones de personas, de acuerdo con un informe realizado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) en base a una estimación a 2021 sobre la base del Censo 2010.

El sector de la seguridad social, en tanto, abarca al 61% de la población, al incluir a los trabajadores formales del país y a sus familiares directos; y a los jubilados a través del PAMI.

Por último, el 14% de la población cuenta con servicios de medicina privada, ya sea mediante el contrato directo de empresas privadas con los beneficiarios como también a través de la derivación de aportes y contribuciones de la seguridad social. 

Los porcentajes mencionados superan el total de la población porque se solapan “múltiples coberturas (seguridad social provincial y nacional, o seguridad social y privado) a causa de la escasa articulación entre subsistemas”, aclara el informe de la OPC que calcula que alrededor de 4,9 millones de personas son parte de más de un sector de la salud. 

El informe de Clarín

Ya no asombran las demoras, de más dos meses, para obtener algún turno médico por la obra social o la prepaga. La crisis de las prepagas está naturalizada y encierra varias crisis más: una es la de las especialidades médicas. La situación es transversal en todo el país.

Clarín constató que en la central de turnos vía WhatsApp de dos de las coberturas más importantes del país los asistentes (humanos) ya avisan de antemano, y casi de forma idéntica, que la consulta no será nada pronto.

Si se pide hoy por salud mental, dermatología, oftalmología, odontología y hasta pediatría, principalmente, llega un mensaje similar a este: “tenemos turno para mayo, ¿continuamos?”.

​A muchas personas afiliadas -que pagan las cuotas con todos sus aumentos- la pregunta les resulta una invitación a buscar especialistas “por fuera”. Y hay dos caminos alternativos. Uno sí es “nuevo”.

Están quienes pagan una consulta particular, aunque ya estén pagando mes a mes, y quienes, más en el interior del país, pero hasta en la Ciudad, buscan atención en el sector público, aunque tengan credencial de afiliados.

Y una estadística le pone contexto a este doble uso.

Según el Estudio sobre Acceso y Percepción de la Salud, realizado por la Fundación Colsecor, la gente ya valora más las especialidades del sector público y 3 de cada 10 usan los dos sistemas de salud. Además, menos de un 10% se “minimizó”, sigue con el mismo plan en el que estaba antes.

Los porcentajes. El 34% tiene una obra social/prepaga y usan indistintamente el servicio público o el privado. El 32% tiene una obra social o prepaga y usa el sistema de salud privado. Casi es un empate. Y el 26% se atiende gratis en hospitales públicos, frente al 5% que paga las prácticas médicas de forma particular.

La diferencia entre cuál opción se elige más es significativa según el tamaño de las ciudades.

En las ciudades de menos de 10 mil habitantes (en la investigación se eligieron aleatoriamente 35 pueblos de todo el país), aun teniendo obra social el 41% usa indistintamente el servicio público o privado. En las que tienen más de 100 mil habitantes, en cambio, el porcentaje alcanza el 29%. También es alto.

A la vez, en las grandes ciudades incluso teniendo prepaga, el 41% usa con más asiduidad el sistema de salud privado, frente al 23% que se maneja de esa forma en ciudades menos populosas.

¿Por qué pasa especialmente en las ciudades pequeñas o medianas?

​“Se mezclan los proveedores, que suelen ser los mismos. Además, el servicio público no colapsa ni es tan masivo como en ciudades más grandes o bien, la oferta de lo privado es muy reducida”, explica a Clarín Mario Riorda, responsable del estudio y director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral.

“También, van a lo público, pero cuando no hay turno o hay más complejidades o bien la cobertura pública no es suficiente o rápida, deben recurrir a los mismos profesionales en el ámbito privado, sea con obra social o coseguros o pagos individuales”, detalla.

En cuanto a las especialidades médicas, se da una superposición de gastos y de “tránsitos” de esos mismos pacientes. Del servicio privado al público y del público al privado.

Por ejemplo, se atienden en el servicio público, ahí no les garantizan una cobertura integral para sus casos, se pasan al privado, muchas veces con los mismos profesionales.

 Y esos mismos pacientes también suelen tener cobertura de obra social, a veces las cajas provinciales, y aun así, terminan pagando un plus (algunas veces en negro).

El impacto en el gasto es triple: pagan el aporte al sistema público, pagan el aporte a la obra social o prepaga y pagan un aporte individual.

En los aspectos de acceso digital a los servicios, especialidades médicas y equipamiento, la mayor aprobación es para el servicio de salud privado. Dentro del sistema público, es más valorada la cercanía a los domicilios particulares y la disponibilidad de medicamentos gratuitos.

Levemente arriba en el privado, pero casi no hay diferencia, en la sensación de atención humana y digna y sensación de cobertura integral, respecto del sistema público.

Cartillas “flacas”

¿Qué es la crisis de las especialidades? La Unión Argentina de Salud (UAS), que nuclea a la mayoría de las organizaciones de medicina privada, reconoce la crisis de especialistas que se van de la cartilla y la engloba en la “gran crisis” de todo el sistema de medicina prepaga: la insuficiente financiación que tiene el sistema.

Las especialidades tienen distintos aranceles y los montos varían entre las prepagas. En todas hay un atraso de esos aranceles respecto a la inflación. Muchos especialistas deciden quedarse sólo en la cartilla que les pague mejor por paciente o pasarse completamente al modo particular.

¿Por qué el uso indistinto del servicio público y privado también pasa en las grandes ciudades?

​“Es muy claro que es por las especialidades que la gente paga la consulta particular o, entre quienes redujeron su plan de cobertura para economizar, terminan buscando turnos en el servicio público. Este segundo grupo, que perdió poder adquisitivo y necesitó pagar una cuota de prepaga u obra social menor, también lo ves en las guardias de los hospitales”, dice a Clarín Jorge Gilardi, expresidente de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires.

En los dos hospitales en los que más se ve a estos “pacientes dobles” son el Fernández y el Piñeiro, donde trabaja Gilardi. “Pero pasa en todo Buenos Aires”, dice.

¿Por qué? “Hoy para conseguir un turno con una prepaga cara tenés que esperar tres meses. Muchos especialistas se bajan de la cartilla. Sobre todo, pasa en las especialidades ‘chicas’. Pero también en pediatría. Salvo que tengas al nene con tos, que te van a dar prioridad total, a las familias les programan el control de acá a dos meses”, sentencia.

También, marca el experto, hay “grandes demoras en tecnología”. Se refiere a conseguir un turno, puntualmente, para una tomografía u otro estudio de alta complejidad.

El problema no se percibe en enfermedades crónicas porque a los pacientes oncológicos o diabéticos les programan sus controles cuatro meses antes. Les “abren las agendas” con anterioridad.

“La crisis es general. Lo podés evaluar desde la falta de médicos residentes en todo el país, cuando antes se anotaban en las residencias de la ciudad, de provincia, de la Nación, en cualquiera que puedan entrar, y hoy hay vacantes; hasta en las prepagas, que los médicos se van porque tienen sueldos totalmente deprimidos. ¿Cómo no va a haber movimientos de pacientes buscando atenderse como puedan?”, marca Arnaldo Casiró, jefe del Servicio de Infectología en Hospital de Agudos Teodoro Álvarez. “Los especialistas tienen que trabajar muchas horas para llegar a fin de mes. Las prepagas se quedan con menos médicos y, a la vez, con menos de los mejores”, cierra.

Según pudo saber Clarín de fuentes del sector, en Provincia las vacantes de los cupos de especialistas también son marcadas en los consultorios externos públicos. En pediatría la cobertura sólo es del 28,8% en las posiciones disponibles. En neonatología alcanza el 39,8% y en el resto de las especialidades clínicas los niveles son muy inferiores al 60%.

GUILLERMO BENELBAZ – SECRETARIO ADMINISTRATIVO DE SALUD PÚBLICA

“Hace un año que gente con obra social se atiende en el hospital”

-¿Han notado ustedes, se han crecido la cantidad de la demanda este en la atención pública?

-Mira, hay un crecimiento en la demanda en el pedido de turnos y hay un crecimiento en la demanda. Yo creo que no hay todavía historia suficiente desde la habitación del 0800, todavía no hay historia suficiente como para darte un dato exacto. Yo creo que el crecimiento en los pedidos de turno obedece a dos cosas. Primero, un crecimiento anterior a ese mes que viene por parte, por lo que voy a decir, las obras sociales están dejando de reconocer algunas cosas o los profesionales están dejando de atender obras sociales que no han tenido los incrementos en sus prestaciones adecuado. Entonces a gente se vuelca al sistema público. Y, por otro lado, hay un pedido, hay un aumento en los pedidos de esto porque hemos facilitado una herramienta a la gente que antes tenía que ir a hacer una cosa. Serían dos los motivos.

-¿Qué es lo que determina un aumento en las prestaciones del Estado o la demanda del Estado?

-Y bueno, aquellas cosas que las obras sociales o no están cubriendo o los profesionales están dejando de atender con un atraso de valores.

-¿Esto lo van a ir corroborando en la medida que tengan que cobrarle a las obras sociales la atención en el hospital público?

-Sí, yo te puedo dar en eso, que es un poco más viejo. El dato de los turnos, donde no tengo datos, pero el incremento en la demanda del sistema público es de hace entre 6 meses y un año, tal vez un poquito más, de ahí hay un incremento de gente que transita los hospitales con obra social es alrededor del 30%, más o menos, así como para tener un número estimativo. Hay que dividir en dos, la mitad tiene cobertura social, la otra mitad no tiene cobertura social. De la que tiene cobertura social, aquella gran masa de obras sociales que no han actualizado sus valores y que son, sobre todo, las obras sociales, sindicales que pasan a través de la Superintendencia de Salud, los prestadores o te cobran el plus o la han dejado de atender y cobran en efectivo, entonces esa gente se ha volcado a los hospitales.

LEANDRO DARONI – GERENTE DE COLMED SALUD

“En nuestra prepaga se siguen atendiendo en el sector privado”

-¿Han notado ustedes alguna variación en menos en prestaciones como consecuencia de esta crisis que atraviesa el sistema de salud?

-No, el sector de la medicina prepaga, al menos en COLMED que está preparada, que está gerenciando, no se ha notado una disminución. En el sentido de las prestaciones en el sector privado sí, estamos en conocimiento que está sucediendo en el ámbito del país. En San Juan hay fuertes controles desde el hospital público para intentar dar prioridad a la gente que no tiene cobertura médica, algo que no sucede tanto en los hospitales de otras provincias, pero en San Juan se le da mucha prioridad, por lo tanto, la gente que tiene alguna prepaga o alguna obra social, en primera instancia lo derivan allí. Sí sucede y no hemos visto y estamos dando conocimiento en respecto a la obra social provincial, afiliados que no tienen algún coseguro, se están haciendo atender en el hospital público porque realmente se les hace difícil poder abonar un coseguro y mucho más difícil aún abonar el 20% de las prestaciones que quedan fuera de la cobertura de la obra social que tienen, eso sí lo hemos notado, pero en forma directa desde por lo menos en nuestra prepaga, se siguen atendiendo en el sector privado.

-¿Les han llegado a ustedes, independientemente de esto que me dice, el requerimiento de pago del hospital público por prestaciones que haya realizado a un paciente que tenga COLMED?.

-Sí, nos llega todo el sistema de descentralización del hospital nos llegan algunas facturas, tanto como prepaga, como así también en el régimen de traspasos de obra social porque nosotros tenemos convenio a nivel nacional con dos obras sociales. Nos ha llegado facturación de prestaciones, pero normalmente tiene que ver con gente que tuvo alguna urgencia y lo trasladaron o se trasladó al hospital público y eventualmente lo atendieron. También sucedió mucho con la época fuerte de pandemia, llegaba facturación por hisopados, pero básicamente, eso. Sí

-En el caso puntual de COLMED, ¿les están cobrando algún tipo de extra cuando van a atender, se va a realizarse una práctica?

-Sí, nos ha llegado, como bien decías, está institucionalizado, por lo tanto, ya cada vez son menos los reclamos, lo que la gente se acostumbra a pagar porque no debería hacerlo. Está colapsado el sistema de salud en cuanto a lo económico y sabemos que los profesionales no solo médicos, sino de las distintas ramas de la salud, en su mayoría están cobrando diferencia. Nosotros como COLMED tenemos una ventaja en ese sentido y es que hacer del colegio médico somos propietarios del Hospital Privado y del CIMyN,

entonces todas las prestaciones que nuestros afiliados se realizan en estos centros propios garantizamos que no tienen ningún copago, el pago de plus, pero fuera de estos centros sí sabemos que se está cobrando en su mayoría.