• 12 de agosto de 2022

Por dónde se va la plata del presupuesto nacional 

Por dónde se va la plata del presupuesto nacional 

Este año el presupuesto fue a través de un decreto y hubo un importante incremento en subsidios ¿Cuáles son los sectores con más aumento? ¿Cuál es el gasto público más fuerte de este 2022?

En junio pasado, el Gobierno Nacional, DNU mediante, hizo público el presupuesto 2022. Fue porque se debió recurrir a la prórroga por decreto del presupuesto, luego de que la oposición resolviera votar contra el proyecto oficial en diciembre del 2021.

No se puede pasar por alto que el Gobierno modificó por DNU el presupuesto para sincronizarlo con las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Pero además anunció la segmentación de los subsidios a la energía, una medida que causó mucho resquemor en varios sectores.

Entre los puntos del nuevo presupuesto, se puso foco en el incremento en los subsidios de energía, justificados por la disparada de precios internacionales y una mejora en la recaudación de la AFIP, principalmente por los derechos de exportación.

Hay que aclarar que el Presupuesto Nacional contempla los gastos gubernamentales para atender las distintas políticas públicas que lleva a cabo el Estado Nacional. Es decir, el pago de jubilaciones, los planes sociales, la inversión en salud y educación, las políticas de seguridad y defensa, subsidios al transporte y a la energía, los programas de trabajo, planes productivos y de agroindustria.

En este contexto, el gasto que más creció en el primer cuatrimestre del 2022 fue el de los subsidios a la energía, con una variación promedio del 163%, y en donde la variación más alta se verificó en marzo, cuando se multiplicó por 4,5.

Cabe recordar que el Estado nacional destinó US$ 11.000 millones a subvenciones en el costo de la luz y el gas durante 2021. Por la suba de los precios energéticos, ese monto puede ascender a US$ 15.000 millones durante este año. El flamante ministro Sergio Massa pretende disminuir esa cantidad. Pero el alcance del ahorro fiscal recién se podrá saber cuándo haya nuevos cuadros tarifarios.

Rechazado. En diciembre del 2021, Diputados no aprobó el proyecto del Presupuesto 2022.

Otros gastos que crecieron fuerte mes a mes es el de lastransferencias corrientes a provincias, que cerraron el cuatrimestre con un alza promedio de 86%. Así, los subsidios al transporte avanzaron 84%.

Por otro lado, lasasignaciones familiares y los programas sociales Progresar y Argentina Trabaja duplicaron su valor nominal del primer cuatrimestre del año pasado. Es decir, las jubilaciones y pensiones contributivas, un 62% en promedio, y las no contributivas, 61%. Es de destacar, que los pagos de transferencias a la población pasiva fueron los gastos que se movieron a menor velocidad del primer cuatrimestre.

Cuando la Nación anunció la actualización del Presupuesto 2022, también informó sobre la segmentación de las tarifas de electricidad y de gas natural por red, la compra de cañerías para el gasoducto Néstor Kirchner y una suba de la tasa de interés en los plazos fijos. En este contexto, también autorizó una suba de 12% para el gasoil. Además, en ese momento se proyectó un crecimiento de la actividad económica del 4% y una inflación promedio del 57,4% para 2022, con un rango de entre 52 y 62%. 

Energía, la bola caliente

En el Presupuesto 2022, el Poder Ejecutivo amplió lo asignado para que la Compañía Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa) pueda pagar el precio de la energía que absorbe el Estado. Así las cosas, el aumento de créditos para subsidios energéticos es de 459.000 millones de pesos.

Cabe destacar que estos se suman a los más de 695.000 millones de pesos con los que contaba Cammesa hasta antes del anuncio de los cuales ya había gastado el 75%. Es decir que el incremento en la partida más importante de los subsidios energéticos fue del 66%. Por lo que la recaudación extra por derechos de exportación se destinará a pagar subsidios.

 El Gobierno Nacional indicó que fue el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia, que afectó directamente en los precios internacionales del gas natural licuado y otros combustibles líquidos. Esto es lo que generó un incremento en los subsidios.

El anuncio que más ruido hizo hace tres meses fue el de la segmentación de los subsidios a la energía. Por decreto, se le quitará por completo los subsidios al 10% de los usuarios con mayor poder adquisitivo, de manera gradual hasta fin de año. En este sentido, el plan de Sergio Massa es empezar a aplicar desde septiembre las nuevas tarifas de energía, gas y agua, con recortes de subsidios para los hogares que aun habiéndose anotado en el registro, superen cierto umbral de consumo. Así las cosas, la cartera económica nacional espera ahorrar 500.000 millones de pesos no solo en recorte de subsidios sino del ahorro que esperan se produzca en el consumo una vez que las tarifas se actualicen.

 El transporte público, en desequilibrio

En este paquete de medidas, el Gobierno Nacional también anunció el pasado junio, 16.050 millones de pesos en subsidios para el transporte público en las provincias. El monto correspondería a tres cuotas de 3.850 millones, en julio, agosto y septiembre, y una de 4.500 millones, en octubre.

Este nuevo incremento en los subsidios se realizó en el marco del Fondo de Compensación al Transporte Público de Pasajeros, por automotor urbano y suburbano del interior del país. El Fondo Compensador -que comprende una asistencia económica para el transporte de pasajeros- es un acompañamiento extraordinario que realiza el Gobierno nacional a las provincias, que son las responsables de sostener el sistema de transporte público en base a lo firmado en el pacto fiscal rubricado en 2018.

Así, en medio de la puja por el reparto equitativo de los subsidios nacionales al transporte, que beneficia ampliamente al AMBA, se oficializó la suba de 300 millones de pesos. Sin embargo, esta medida no dejó contenta ni a las provincias ni a los empresarios. Esto se dio en medio de la pulseada en el Congreso contra las asimetrías pro AMBA. Es que se están discutiendo en la Cámara baja decena de proyectos que buscan alcanzar un reparto equitativo entre los fondos que recibe el AMBA (CABA y conurbano bonaerense) y el resto de las provincias.

Es de resaltar que el AMBA recibe 18.500 millones de pesos mensuales, más otros 1000 millones de subsidios al combustible. Mientras que todo el interior recibe 3500 millones de pesos y no tiene subsidio al combustible.

Reclamo. Las agrupaciones piqueteras vienen realizando marchas para pedir más planes. Amenazaron con acampar en la Plaza de Mayo

Planes sociales en el ojo de la tormenta

La nueva gestión a nivel económico del país, con la llegada al Ministerio de Economía de Sergio Massa, deberá enfrentarse a varios huesos duros de roer. Entre los más conflictivos se puede mencionar la tensión que hay con agrupaciones sociales. A Massa ya le exigieron medidas para frenar la pobreza.

Visto así, el panorama parece ser contradictorio porque por otro lado, hay necesidad de ajuste en el gasto social del Estado para poder cumplir con los compromisos adquiridos con el FMI.

Según una publicación de Infobae, en lo que va de la gestión de Alberto Fernández, el aumento de la cantidad de planes sociales y por ende, la masa de recursos asignados a programas sociales, se volvió un esquema difícil de desarticular. Hasta ahora no se ve una reconversión visible en empleos genuinos. El número de beneficiarios como dos recursos asignados se duplicaron en estos dos años.

En un contexto de crisis económica que no parece tener techo, las agrupaciones populares y piqueteras volvieron a marchar contra el Gobierno nacional exigiendo más cupos en los planes sociales, como así también más montos. Ante este pedido, ya se dijo desde el Ministerio de Desarrollo Social, que no se ampliarán los cupos. Hay que decir que hace poco, el Gobierno  anunció el pago de  11.000 pesos por única vez a los beneficiarios de Potenciar Trabajo, que serán cobrados en el transcurso de este mes. Pero para las agrupaciones esta medida no fue suficiente  ya que ahora piden un bono urgente de 20.000 pesos, un salario mínimo universal y la declaración de emergencia alimentaria. Si este bono se llegara a pagar implicaría sacar de las arcas del Estado unos 14,3 millones de pesos.

En la actualidad hay en vigencia 85 programas sociales de los cuales dos de ellos, que son los principales, son el Potenciar Trabajo y la Prestación Alimentar. Estos programas dependen del Ministerio de Desarrollo Social y entre ambos, se llevan casi la totalidad del presupuesto de esta cartera, es decir  $56.000 millones de pesos mensuales.

De todos modos hay que aclarar que el mayor salto en el aumento de beneficiarios de los planes de este tipo se dio durante el primer mandato de Cristina Kirchner, cuando hubo un aumento de más del 200% en el Argentina Trabaja.

Los primeros días de agosto desde la cartera de Massa se anunció que iban a trabajar por más transparencia, con 10 mil auditorías diarias a partir de este mes. Hay una intención por parte del Gobierno de reducir el gasto en el área. Sin embargo, la misma semana que se hizo este anuncio, se acreditaron más de 50.000 millones de pesos al Potenciar Trabajo, que es el programa que más controversia trae y que generó una lluvia de reclamos en lo que va del año, por parte de las organizaciones sociales de izquierda que piden más cupo para un plan que agrupa 1.271.000 beneficiarios. Cabe destacar que, la partida de Potenciar Trabajo, supera incluso la de Políticas Alimentarias.

Flavia Royón, la nueva secretaría de Energía, con impronta privada para instaurar el equilibrio

A Flavia Royón, la flamante secretaria de Energía, no le faltan credenciales para ejercer el cargo que acaban de asignarle. Además, es una mujer que se formó fuertemente en el sector privado y venía desenvolviéndose como secretaria de Minería y Energía de Salta. En un análisis político, se podría afirmar que llegó para reemplazar al ultrakirchnerista Darío Martínez. Y de este modo, poner una suerte de equilibrio.

Entre los argumentos esgrimidos desde el massimo para justificar su elección, se destacó que Royón viene impulsando desde hace tiempo el diseño y articulación del Plan Provincial de Desarrollo Minero Sustentable, que promueve la planificación, modernización, innovación y sustentabilidad de la actividad minera en Salta. Es de destacar en este punto que el sector energético lleva adelante proyectos para estimular las inversiones en exploración en la cuenca noroeste y el desarrollo de energías renovables como solar y biocombustible.

Además de ser secretaria de Minería y Energía de Salta, preside el Consejo Económico y Social Provincial. Antes de esto fue directora de Financiamiento y Promoción de inversiones. Pero antes de esto tuvo una vasta carrera en el sector privado como consultora en el mercado de ganados, carnes y exportación. Fue gerenta general de un reconocido frigorífico del grupo de Jorge Britos y trabajó en la Cámara de Comercio Exterior de Salta. A esto se suma que ejerció funciones dentro de la Comisión Directiva de Entidades Gremiales Empresarias.

Es ingeniera Industrial, recibida en Salta y diplomada en materias relacionadas a la producción y gestión minera, negocios y metodologías ágiles. Además de esto representa a su provincia ante organismos nacionales para la creación de un Centro de Medicina Nuclear.

Pero más allá de la abultada trayectoria de esta salteña que se hizo fuerte en el sector privado, no se puede obviar que llegó para reemplazar a Darío Martínez, un señalado para salir del cargo desde que Sergio Massa llegó al Palacio de Hacienda. Era además uno de los cargos que estaban pendientes.

La salida de Martínez no fue rápida porque además, se trata de uno de los sectores más calientes de la administración de Alberto Fernández. Así las cosas, para el sector privado relacionado con las energías, la designación de Royón apunta a una suerte de equilibrio ya que es de las filas de Massa. De todos modos, todavía hay cautela, aunque se aflojaron tensiones.

Para un buen sector adentro del gobierno nacional, se negoció bien la entrada de la salteña porque Massa “debe tener su gente”. Por otro lado, se habla de cambios para oxigenar un área que estaba desgastada por los conflictos.

De este modo, Massa podría garantizarse el control del sector energético, que es una maraña de subsidios y aumentos de tarifas, que lo transformó en el más caliente del Gobierno Nacional de los últimos tiempos. Más específicamente, desde la firma del acuerdo con el FMI ya que el punto central para la firma fue reducir el déficit fiscal y recortar los crecientes subsidios a la energía.

Hasta antes de la llegada de Royón, esta era un área dominada por Cristina Kirchner, con funcionarios que parecían inamovibles, y que resistía a cualquier medida que implicara un aumento de tarifas.