Los jueces no juzgan en equipo

POR EDUARDO QUATTROPANI

La supuesta confrontación entre jueces y fiscales, inventada con clara intencionalidad de confundir el rol de los magistrados en el proceso acusatorio, como lo vengo diciendo, no ha tenido ni tiene nada de inocente, sino, muy por el contrario, constituye una clara estrategia para desvirtuar, o con capacidad para hacerlo, la naturaleza propia de la función jurisdiccional.

Así se ha instalado que, tal como el Fiscal General habla con los fiscales y marca líneas de política de persecución penal, alguien, o alguno, podría hacerlo respecto a los jueces, lo que es sinónimo o de no entender absolutamente nada o de entender demasiado como para convertirse en juez de jueces. Un medio idóneo para llevar a cabo esta estrategia ha sido desvirtuar el concepto de “Colegio de Jueces”, dándole la forma o la finalidad de conformar un equipo que recibe las instrucciones de un técnico o sugerencias de alguna pseudo autoridad, rompiendo claramente con la independencia y libertad de deliberación de los jueces.

Para que se entienda, el Ministerio Público Fiscal es uno, único y, en general, sigue una política de persecución penal fijada por las leyes o por el titular del Ministerio Público. En cambio, los jueces no deben seguir más instrucciones ni resolver sino en base a su propio saber y entender y criterio jurídico. Todo lo contrario a lo que digo, de darse, constituiría, tal como lo vengo advirtiendo, un claro peligro para la sociedad que es necesario aventar.