- 20 de julio de 2024
“La pobreza es como un tobogán que se viene profundizando desdela crisis del 2001”

“Hoy los liderazgos son más efímeros, más fugaces y con tiempos más acotados”, dijo monseñor Jorge Lozano

Una entrevista de Juan Carlos Bataller y Juanca Bataller Plana
La iglesia tiene un fuerte protagonismo en estos tiempos de crisis. Una prueba de ello es el comunicado de hace un par de semanas sobre la ludopatía infantil o el permanente seguimiento de los índices de pobreza. El arzobispo Jorge Lozano estuvo invitado en La Ventana. Fue una hora de preguntas y respuestas a agenda abierta. Este es un extracto de esta entrevista.
-¿Es difícil hablar de pobreza sin que se sienta afectado el sector político?
-A veces para la oposición es más fácil que para el oficialismo hablar de pobreza y en este momento para los oficialismos tanto nacionales como provinciales, no es tan complicado porque tranquilamente pueden decir que venía desde antes, lo cual es cierto.
-Si es por echar culpas, tienen varias gestiones para atrás…
-La pobreza es como un tobogán que se viene profundizando desde la crisis del 2001 en torno a la salida de la convertibilidad, aunque también durante la convertibilidad había situaciones de escasez de trabajo y un desmantelamiento de la industria nacional. Y en estos últimos años, la pobreza, lamentablemente, ha ido creciendo. La indigencia y la pérdida de puestos de trabajo también.
-Es llamativo que todos hablen de luchar contra la pobreza y siga aumentando…
-El presidente Javier Milei dijo frente a la Casa de Sarmiento que un niño que tiene hambre no puede estudiar y si no puedo estudiar, no puede trabajar y no puede progresar. Y eso es realmente así. Cuando vemos la pobreza, la tenemos que ver en un sentido multidimensional no solo en cuanto al ingreso en el hogar, sino lo que esto implica también como carencia de otros derechos: el acceso a la salud, el acceso a una alimentación adecuada, entonces estamos hablando no solo de una falta de acceso a los derechos actuales, sino que también están comprometidos los derechos laborales a futuro.

-El Papa Francisco habló hace unos días de la necesidad de debatir sobre inteligencia artificial. ¿Qué piensa de esto?
-Yo veo que en este tema hay una ambivalencia. Por un lado la gran potencialidad de desarrollo, por ejemplo, en el ámbito de la medicina, en poder ordenar el tránsito, en tener mayores controles del delito. Pero a su vez también hay que ver cómo organizamos la sociedad para que se destaque y siga siendo un valor el trabajo, por ejemplo.
-Es que ya está afectando los puestos de trabajo…
-Me compartieron un artículo sobre una empresa en la que habían despedido al 90% de sus trabajadores porque con el 10%, capacitándolos en la utilización de máquinas, habían podido desarrollar la misma tarea en forma más rápida y de forma más económica. También hay fábricas chinas que ponen presos tratados como esclavos para procesar el atún. Entonces vamos a competir esclavizando o vamos a competir liberando. Es muy importante ver qué marco ético nos damos como sociedad porque esto no depende solamente del dinero que gobierna, sino de la política que organiza la sociedad.

-Hay otro tema que también es necesario abordar: no hay políticas de Estado para una población cada día más envejecida…
-El Papa habló hace menos de dos meses de lo que él llama un invierno demográfico en Europa donde señala poca natalidad y un envejecimiento de la población. Yo lo he visto las veces que me ha tocado ir a Roma o España por cuestiones de la Iglesia, uno ve mucha gente mayor y muy pocos niños y en lugar de niños, mascotas. Es como que ha ido cambiando el modo vincular y por eso hay también un crecimiento de la experiencia de soledad.
-Eso impacta en la economía de un país, el tema es ¿dónde ubicamos todas esas personas?
-Hay que replantear el tipo de actividad, no se trata de pensar que una persona cuando se jubile no tiene más actividad. Lo que antes se llamaba malamente la clase pasiva hay que ver cómo crear también otro tipo de servicios a la sociedad porque hay personas que después de jubilarse tienen una capacidad intelectual de desarrollo, de trabajo muy importante.

– Mucha gente piensa que hay una carencia de liderazgos en todos los ámbitos. Mucha gente no cree en nada e incluso la iglesia ha perdido parte de su aceptación masiva…
-La cuestión de los liderazgos es una cuestión muy preocupante, no quisiera ser anacrónico, pero no estamos en la década del 60 donde había liderazgos muy importantes, más allá de las posturas ideológicas. Eran liderazgos sólidos y con posturas espirituales e ideológicas muy trabajadas y que uno podía decir esta persona me puede gustar o no, pero no improvisaba. Hoy los liderazgos son más efímeros, más fugaces y con tiempos más acotados.
-¿Por ejemplo?
-Por ahí quién es líder en el ámbito musical no lo es después en el ámbito ético, quién lo es en el ámbito deportivo no lo es en el ámbito de los negocios, falta una especie de liderazgo más integral, de distintas facetas.
-Tal vez tenga mucho que ver los cambios en la estructura social, donde adquiere mayor fuerza el individualismo sobre la familia,,,
-Se está dando un proceso de individualización a nivel global y esto tiene que ver con un deterioro que se viene dando desde el Mayo Francés, el deterioro de las instituciones. Se valora una enfermera, un médico, pero no el hospital o la salud pública. Se valora el docente, pero no la institución educativa. Y en este sentido, me parece, hay una sobrevaloración de actividades o actitudes personales por sobre lo que es el bien que la institución hospitalaria realiza más allá de la bondad sin duda importantísima de cada uno de los sujetos que la componen.
-Eso pasa en todos los ámbitos…
-Y en esto que nos pasa también a la iglesia, se valora mucho y bienvenido sea toda la obra de caridad que hizo la Madre Teresa de Calcuta y es un emblema, pero gracias a Dios hay miles de personas que quieren esta actitud y actividad solidaria de servicios, no solo en la Iglesia Católica en otros espacios también.

-La Pastoral Social emitió un comunicado oficial hablando del juego en general, pero haciendo foco en la ludopatía en niños y adolescentes.
-Es así. La ludopatía es una preocupación que venimos teniendo desde hace rato. La peculiaridad de este documento es que ha sido hecho de una manera federal porque se ha pedido colaboración a todas las Pastorales Sociales de las provincias. Es una preocupación común y tiene que ver con el fácil acceso a las plataformas de juego a través del teléfono celular, de una tablet o de algún instrumento que a veces pasa desapercibido ante padres e incluso docentes.
-Y parte de esos negocios se hace lucrando con niños…
-Esto es distinto a los juegos en que habitualmente veíamos a los chicos entrar para algún tipo de combate o de destreza futbolística. Cuando se trata de apuestas de dinero es muy riesgoso. Hay que trabajar en la prevención de las personas que están en el riesgo de adicción, charlar de esto en la escuela y en la familia para dar herramientas y que los chicos puedan cuidarse.
-Para eso también se necesitan herramientas legislativas.
-A nivel de la legislación nacional, hay que ver cómo limitar la promoción y propaganda de este tipo de agencias de juegos que muchas veces están vinculadas al lavado de dinero y a otro tipo de negocios ilícitos. Ingresan a circuitos de extorsión a chicos que necesitan pagar el dinero que perdieron en el juego.
-No es tan fácil para los padres darse cuenta que sus chicos son jugadores.
-No es como una droga o el alcoholismo que deja evidencias físicas. En este tipo de adicciones, sobre todo en niños y adolescentes, se produce una especie de aislamiento del resto del núcleo familiar, es llamativo. Entonces hay que prestar atención a cuando el niño se encierra en su cuarto, cuando tiene menos actitudes lúdicas respecto de salir a jugar al fútbol o a encontrarse con amigos o a compartir con la familia.
-Lo que pasa es que hay una diferencia muy grande entre estas empresas que llegan con una tecnología que los padres no entienden, directo a los celulares de los hijos…
-Y con condicionamientos en algunas oportunidades hacia quienes deben tomar decisiones. Algunas de estas agencias de juego han colaborado en campañas políticas y entonces hay dirigentes que pueden estar condicionados y comprometidos. Es una especie de círculo vicioso que hay que empezar a desentrañar poniendo blanco sobre negro.
-Por ejemplo, ¿cómo?
-Acá en la provincia, por ejemplo, se ha convocado desde el Poder Ejecutivo a una mesa de trabajo para ir analizando esta problemática. Hay un paso proactivo para ver, desde el ámbito provincial al menos, de qué modo se pueden generar actitudes tanto de prevención como de acompañamiento a quienes están siendo víctimas de algún tipo de adicción.
-Insisto, de un lado hay súper especialistas en crear adicciones y para contrarrestarlo, un Estado muy lento…
-La lentitud del Estado a veces es producto de la torpeza y otras de la complicidad. Entonces hay que alentar la torpeza para que se pueda desarrollar con mayor creatividad y eficacia y hay que denunciar la complicidad.

-En España, entre la juventud, el suicidio es la principal causa de muerte. Y todavía hay como una idea que no hay que hablar mucho del tema…
-Nosotros estamos trabajando desde hace unos años tanto en el ámbito educativo como con algunos profesionales de la salud y también hemos hablado con la gestión anterior del gobierno. Hemos hecho, a través de la Universidad Católica, algunas investigaciones acerca de cuáles son los departamentos más vulnerables en los que se han producido mayor cantidad de suicidios de adolescente y estamos trabajando en campañas de concientización y en ver cómo, al menos en las comunidades educativas que dependen de nosotros, poder tener propuestas positivas y preventivas.
-Es un tema que abarca muchas aristas…
-Lo tenemos que ver como una cuestión de salud mental, salud social pero también como una cuestión cultural porque las sociedades cambian el valor que le dan a la vida.
-Y a veces, quien sólo escucha ya está ayudando…
-Nosotros estamos, desde el 2000, trabajando en las parroquias de todo el país en lo que llamamos Servicio de la Escucha que consiste en disponer de gente que escuche al que quiera venir a conversar. Una especie de orientación, no para tener una terapia psicológica sino para acompañar desde el diálogo. Es simplemente un corazón que se abre y que puede escuchar. En la Catedral, de lunes a viernes, tenemos este servicio de la escucha todas las tardes.