- 26 de octubre de 2024
La Justicia y el Día de la Madre

POR EDUARDO QUATTROPANI
Domingo 20 de octubre, Día de la Madre. Desgraciadamente, ocurre accidente fatal en la Ruta Interlagos, dos muertos y tres heridos; contemporáneamente con ello, otros accidentes de tránsito y, claro está, múltiples delitos contra la propiedad. En cada uno de esos hechos, Fiscales o Ayudantes Fiscales, policías, médicos y bomberos se hicieron presente inmediatamente.
Está claro, muchos de los miembros del Ministerio Público Fiscal son madres, hijos/hijas, esposos y demás, tan claro como que a nadie se le ocurre decir, con “soberana estupidez” que no irá a cumplir su función porque es un día festivo o feriado o fin de semana; mucho menos se le ocurriría sacar el protocolo del burócrata administrativo y decir que va a concurrir al lugar del hecho cuando sea necesario.
La cuestión es muy sencilla de explicar, pero difícil de entender para los que tienen “formateada” la cabeza con una planilla Excel, o que, para peor, no tienen ni idea del Derecho.
El tema, que es absolutamente cultural, es la “batalla” que ya ganó el Ministerio Público el día que enterró el concepto de una justicia de mediodía o, para mejor, una justicia operada por amigos que gozan de un plus sin hacer ningún trabajo extraordinario que los diferencie de los demás trabajadores.
Los medios de difusión son testigos directos de lo que se dice, pues desde las siete de la mañana reciben, sin solución de continuidad, noticias sobre la actividad del Ministerio Público Fiscal, las que están alejadas de toda actividad protocolar, absolutamente inconducente para poner en acto el valor justicia.
Soy reiterativo con el tema, justamente porque hay que instalar en la sociedad esa realidad, porque, como diría el Dibu Martínez, mientras una gran parte de la justicia trabaja las veinticuatro horas; otra parte, conducida por los burócratas administrativos, disfruta de largos mediodías, eternos fines de semana y cuanto festejo anuncia el calendario. Lo que no estaría mal si no fuese que supone que esa es la realidad de todo el Poder Judicial, y que todos deben someterse al estilo “todo puede esperar”.