- 12 de abril de 2025
La guerra entre barras llegó a San Martín

No se trata de un caso aislado. El futbol argentino, el de la selección campeona del mundo, vive su crisis de violencia que transforma cada partido en una potencial guerra entre “barras” a las que algunos califican de “bravas” y otros de “delincuencial”.
Ese clima, con el ascenso a la primera división, llegó al parecer al club San Martín.
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Dos facciones de la barra del club de Concepción se disputan dinero y poder, y generaron uno de los climas más hostiles que se recuerden en la Popular Norte. Con esas diferencias también provocaron que “los órganos de seguridad” impidieran que por Copa Argentina viajara a Córdoba gente identificada con los colores del equipo sanjuanino. El Verdinegro venció por penales a Gimnasia de Jujuy sin su público, en el estadio en donde en diciembre había regresado a Primera División.
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Algunas fuentes allegadas a las barras le revelaron a El Nuevo Diario que estas disputas tuvieron su origen a fines del año pasado. Como un volcán en erupción que en algún momento iba a volcar su lava sobre la superficie, la violenta situación empezó a escalar cuando varios hinchas fueron estafados. Ocurrió cuando quisieron viajar en distintos colectivos a ver la final por el ascenso entre San Martín y Gimnasia de Mendoza en el Gigante de Alberdi.
Choque generacional
“La Banda del Pueblo Viejo” (la vieja guardia) acusa a “La Nueva Generación” (los más jóvenes) de haber traicionado a varias personas. “Fue para llenar tres colectivos. Armaron un Facebook trucho y la gente cayó a través de las transferencias que hizo por Mercado Pago. Una vez que llenaron los colectivos, que no existían, se borraron. La gente empezó a preguntar de dónde salían los colectivos y a qué hora y cuando dejaron de responder se dieron cuenta de que habían sido estafados”, detalló una de las fuentes que, por temor a represalias, pidió reserva de su identidad.
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Quienes conocen desde adentro los inconvenientes que llevaron al divorcio de las dos facciones, que directamente ya no pueden convivir en una misma tribuna, contaron que este año el problema “se acrecentó porque el negocio es más grande”.
Ese mismo allegado al club identificó “puntos clave que terminaron de quebrar la relación”. Primero: una estafa relacionada con el nuevo telón que despliegan en la cabecera norte del estadio. “El año pasado los hinchas empezaron a recaudar fondos a través de un alias y un grupo de personas se robó parte de la recaudación. Además se quedaron con la recaudación de un recibimiento que habían preparado para un partido en el que después no se vio tal despliegue de fuegos artificiales ni bengalas. Era cuando San Martín trataba de no perderle pisada a los tucumanos en la tabla de la Primera Nacional”, detalló esa persona.
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El segundo tema es el de la estafa con los viajes a la Docta por la final del Reducido. Mientras que la cuarta pieza de este rompecabezas es la que habría hecho erupcionar un conflicto que, por ahora, no parece tener visos de solución: la pelea por la venta de los “pases” (entradas para barras) que el club les entregaría a algunos de estos hinchas radicalizados. A esto se suma el supuesto control (con presunto pago de “peaje”) sobre los vendedores ambulantes en torno al espectáculo deportivo.
Para otro hincha, “la gota que colmó el vaso fue que vendieron más de 2.000 pases contra River a 50.000, 60.000 y 70.000 pesos cada uno. Todo para repartir la plata entre tres o cuatro personas. Una locura”.

Un asunto de dirigentes, policía y bandas organizadas
El Subjefe de Policía reconoció en La Mil20 que hablaron con “los dirigentes de San Martín” para que “no se entreguen estas entradas (pases), porque –los barras- hacen un negocio particular, adquieren un cierto poder y las revenden”. Mientras que en radio Estación Claridad, la misma autoridad policial aseguró que esos “conflictos se están tornado en una guerra interna entre las dos bandas que quieren el poder” de la hinchada. “La Nueva Generación ha quedado afuera de la tribuna, pero parece que quieren volver” –según otro histórico hincha- y por eso en cada partido de local del Verdinegro por la Liga Profesional siguen midiendo fuerzas entre los dos bandos afuera del estadio.

Escalada de la violencia
>En el debut verdinegro en su regreso a la élite (caída 1-0 ante Atlético Tucumán) se pudieron ver los primeros golpes de puño en el pasillo previo a los escalones de la popular local. Claramente se pudo distinguir a dos bandos que se enfrentaban en las clásicas disputas por espacio de poder entre miembros de una hinchada.
>La Policía había tenido que intervenir horas antes del choque ante el Decano en una pelea en el barrio Costa Canal. Además de detener a algunas personas, los uniformados encontraron un arma de fuego. Algunos de los arrestados, que atravesaron un proceso judicial –consignó Telesol Diario-, fueron Marcos Ovejero, Plácido Chávez y Joan Díaz. En esa primera reyerta del año hubo, también, algunos lesionados.
>Después, tras el empate sin goles con Rosario Central balearon una casa y la Policía detuvo a Eduardo Guzmán (sería de La Nueva Generación), quien fue investigado por el hecho.
>Antes del triunfo de San Martín ante Belgrano de Córdoba (3-1), por la octava fecha del Torneo Apertura.
Aquella noche, cuando los barras quisieron ingresar se desconocieron a metros de la requisa policial. Los uniformados realizaron un gran despliegue, que incluyó al personal motorizado y a la montada.
>Tras esa pelea entre facciones tomaron la determinación, por primera vez, de no dejar ingresar a los miembros de La Nueva Generación, que tuvieron que dar media vuelta y regresar a calle Mendoza desde el lateral de Circunvalación.
>Lo que sorprendió de esa instancia fue que “Percusión Verdinegra” tampoco pudo entrar con sus instrumentos, por lo que en ese partido no hubo acompañamiento musical durante las canciones de la hinchada. Uno de sus integrantes le dijo a este semanario que ese grupo es “autogestivo” y nunca fue parte de los sectores en pugna.
>El lunes 17 de marzo la Policía ya sabía que se avecinaba otra contienda entre los barrabravas que están enfrentados. Diego Morales anticipó en la previa que iban a desplegar 120 efectivos cerca del estadio verdinegro. Algunas horas antes del partido hubo corridas, amenazas y balazos de goma en lateral de Circunvalación entre Mendoza y Catamarca. El saldo fue de 28 detenidos.
>Mucho antes del horario del encuentro, los uniformados secuestraron de la parte de atrás de la Popular Norte distintas elementos que estaban escondidos para ser usados como armas blancas: hierros, cuchillos. Así, los efectivos evitaron una batalla campal y una posible tragedia adentro del estadio. “Secuestramos puntas en los baños. Esto hizo que hasta en el baño tuviéramos que poner personal policial para que no guarden nada”, dijo el Subjefe de Policía.

“Estamos tratando de generar un diálogo entre ellos –los barras de las dos facciones- y queremos ser parte de esa reunión”.
Diego Morales – subjefe de Policía.