• 10 de marzo de 2023

Ikigai, el secreto para vivir más y mejor

Ikigai, el secreto para vivir más y mejor

Se trata de un término japonés que traducido significa “propósito de vida”. En San Juan ya comenzó  a hacerse conocido. ¿En qué consiste? ¿Qué beneficios tiene?

Hay un proverbio japonés que dice: “Solo en la actividad desearás vivir 100 años”. Pero, ¿Es cualquier actividad la llave de la longevidad?  La respuesta podría estar en el “Ikigai”, que es un término, también japonés que se traduce como el propósito de vida que tenemos, es decir, la razón para saltar de la cama cada mañana. Este concepto desembarcó hace un tiempo en el mundo occidental que lo tomó como una herramienta para alcanzar el bienestar de las personas. Y en San Juan, también comenzó a hacerse conocido.

En Occidente se suele asociar frecuentemente con un diagrama de Marc Winn, con cuatro cualidades que se superponen: lo que se ama, para lo que se es bueno, lo que se necesita y por lo que pueden pagarte. Pero para los japoneses, el Ikigai nada tiene que ver con los ingresos económicos. “iki, significa vida, “gai”, se describe como valor o mérito. En un sentido más amplio, el Ikigai es el “propósito de vida”.

En este contexto, hay que tener en cuenta que Japón es uno de los países con mayor expectativa de vida en el mundo. Según cifras oficiales del país, 87 años para las mujeres y 81 para los hombres. Autor de «El secreto de las zonas azules: come y vive como la gente más saludable del planeta», Dan Buettner, considera que el concepto de Ikigai contribuye con esa longevidad.

En el mundo hispanohablante, más específicamente Argentina, el término Ikigai desembarcó de la mano del libro publicado en 2016 llamado “Ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y feliz”, escrito por Héctor García y Francesc Millares. Los autores partieron de una idea que tenía que ver con “la felicidad de estar siempre ocupados” y se centraron en una de las zonas más longevas del mundo: la isla de Okinawa, también conocida como “zona azul”. Fue en un pueblo de esa isla en que centraron su investigación en observar los “secretos de sus habitantes centenarios”.

Luego de haber visitado estos lugares, se centraron en la isla japonesa en la que, tras realizar numerosas entrevistas entre sus habitantes, pudieron llegar a varias conclusiones. Así es que los autores resumieron las claves de la longevidad, que están en el estilo de vida de estos habitantes: todos tienen un huerto, pertenecen a alguna asociación de vecinos sin dejar de sentirse queridos por sus familiares, celebran mucho, la música, el baile y el canto es la clave y tienen una misión importante que los relaja y la disfrutan, además de un fuerte espíritu de cooperación mutua. Están siempre ocupados. Siguen trabajando en lo que les gusta, aún después de haberse jubilado.

Por otro lado, se considera que el Ikigai no debe ser tomado como un destino, sino como el camino, no es algo denso o pesado, es liviano y fluido. Hay que tomarlo despacio, viviendo el momento, dando pequeños pasos. Además, se puede tener más de un Ikigai en la vida, porque siempre está fluyendo.

El arte de envejecer siempre joven

Según los japoneses todas las personas tienen su Ikigai, pero algunas tardan en encontrarlo, o no lo hallan nunca. Tener una pasión bien definida, dicen, da felicidad. Algunos estudios sobre la longevidad sugieren que además, la vida en comunidad sumado a este propósito y una alimentación saludable, son la clave.

En el mundo se detectaron 5 zonas azules que fueron estudiadas por los científicos. Estos llegaron a la siguiente conclusión: el secreto de tener una vida larga está en la dieta, el ejercicio, tener un propósito de vida y buenas conexiones sociales.

 En este libro, además, los autores platearon 5 puntos que tienen que ver con “los secretos de la longevidad de pueblo japonés en la isla Okinawa”. A continuación, estos secretos, en frases de sus protagonistas:

*No preocuparse: “La mejor manera de no angustiarse es salir a la calle y saludar a la gente”.

*Buenas rutinas: “Una larga vida depende de hacer ejercicios suaves, comer bien y juntarse con gente”.

*Cultivar las amistades cada día: “Hablar con la gente que quieres cada día es el secreto de una vida larga”.

*Vivir sin apuro: “Mi secreto para la larga vida es ir siempre despacio, con calma. Disfrutar de todas las estaciones con felicidad”.

*Optimismo: “Reírse es lo más importante. Cantar y bailar. Cada día me digo: este va a ser un día con salud y energía”.

Por otro lado, en el libro de García y   Miralles  se describen diez reglas para ayudar a desbloquear su ‘Ikigai’:

  1. Mantenerse en acción. Según esta filosofía, hay que tratar de seguir siempre, desempeñando tareas que se disfrutan, aun cuando haya llegado el momento de la jubilación.
  2. Dejar atrás el modo urgente. Vivir con calma, acudir a la meditación o a tareas relajantes es una opción.
  3. Comer solo hasta el 80% de la saciedad. Esto tiene que ver con que la ingesta no debe ser al máximo de lo que el organismo permite. Siempre hay que quedar con algo de hambre.
  4. Tener buenas amistades. Las personas somos seres sociables y necesitamos estar rodeados de gente, en este caso, priorizar los buenos amigos, crear una red de contención más allá de la familia.
  5. Hacer ejercicios suaves diariamente. Dicen que cuando el agua no se mueve, se estanca, huele mal. Pero es hermoso ver como el agua de un río fluye o cómo se mueven las olas del mar. Lo mismo ocurre con el cuerpo. La práctica de Tai chi chuan, o Chi kung son una alternativa.
  6. Conectar con la naturaleza: para el Ikigay, el hombre es ser de naturaleza, más allá de que hoy su hábitat sean las ciudades. En Japón hay una actividad que se llama “baños de bosque”.
  7. Sonreír y prestar atención a las personas que te rodean. Otra de las reglas para encontrar el Ikigai, el sentido de la vida, es no dejar de sonreír. Hacerlo por fuera tiene su respuesta en el interior. El cerebro ‘se cree’ que hay motivos para estar bien, así que se relaja. 
  8. Dar las gracias. Cultivar el agradecimiento es una forma de sentir felicidad.
  9. Vivir el momento.  El presente es lo único que tenemos. El pasado se nos fue y no volverá, y el futuro es incierto. Por tanto, el ‘hoy’ el ahora es lo que tenemos que disfrutar realmente. 
  10. Seguir tu propósito. Eso que te hace despertar cada mañana con mucho entusiasmo.

Para encontrar el “Ikigai”, de acuerdo con los cuatro pilares principales, las personas deben hacerse las siguientes cuatro preguntas: ¿Qué amo? ¿En qué soy buena? ¿Por qué me pueden pagar ahora o en el futuro? ¿Qué necesita el mundo?

Integrantes del Centro de Jubilados Augusto Krause, en una práctica de Chi Kung.

Una historia en San Juan

San Juan no se encuentra entra las Zonas Azules, pero hay espacios en los que las personas que superan los 60 años, pueden encontrar su propósito de vida, una red de contención entre amigos y mucha diversión. Así, salvando las diferencias con Okinawa, se puede decir que más de uno busca una buena longevidad y ya encontró su Ikigai.

Se trata de los centros de jubilados, de los que en la provincia hay poco más de un centenar. Tal es el caso del centro Augusto Krause, que se encuentra en Rawson y al que por las mañanas, bien temprano, más mujeres que hombres, asisten a las clases de Chi Kung (son movimientos suaves mediante los que se desarrolla la energía y se pone foco en la respiración, con fines terapéuticos. Surgió hace unos 5 mil años en China).

Quienes asisten a estas clases superan ampliamente los 70 años y no los detiene el calor, el frío o el viento Zonda. Puntuales, realizan esta práctica porque buscan sentirse mejor. Esta es una de las tantas actividades que encuentran en el lugar. Es por eso que coinciden en afirmar que el centro de jubilados se transformó en el lugar donde pueden aprender, desarrollar habilidades, ser solidarios, pero por sobre todo, sentirse acompañados. Así, festejan cumpleaños, organizan bingos y hasta bailes. Algo que se repite en la mayoría de estos sitios, en la provincia.

También coinciden en afirmar que desde que realizan este tipo de actividades se enferman menos y se no tienen “tiempo para sentirse tristes”.

En Nicoya, promueven la actitud positiva a través de un plan de vida y se apoyan mucho en la familia.

Las Zonas Azules

Las zonas azules fueron el puntapié inicial para que García y  Miralles escribieran su libro.Se trata de regiones cuyos habitantes llegan a la edad de 100 años con un estado de salud envidiable.

*Cerdeña (Italia). Es la primera Zona Azul que se encontró. Los residentes de esta área están culturalmente aislados y mantienen un estilo de vida muy tradicional y saludable. Cazan, pescan y cosechan los alimentos que consumen.

*Ikaria (Grecia). Es una pequeña isla rocosa. Por su historia, es tiene una cultura aislada, rica en tradición y valores familiares. Su población está libre de demencia y de algunas enfermedades crónicas. Uno de cada tres llega a los 90. Una combinación de factores lo explica, incluida la geografía, la cultura, la dieta, el estilo de vida y las perspectivas.

*Loma Linda (California). No es una región como tal, sino un grupo de estadounidenses que siguen la doctrina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Viven hasta una década más que el resto de estadounidenses, y gran parte de su longevidad se puede atribuir al vegetarianismo y al ejercicio regular. Además, los adventistas no fuman ni beben alcohol.

*Nicoya (Costa Rica). Es una península de 130km aproximadamente, justo al sur de la frontera con Nicaragua. Promueven la actitud positiva a través de un plan de vida y se apoyan mucho en la familia. Beben mucha agua, la cena es ligera, realizan ejercicios, y tienen muchas amistades.

*Okinawa (Japón). Las mujeres son las más longevas del mundo. Los habitantes de Okinawa tienen menos cáncer, enfermedades cardíacas y demencia. Quizás su mayor secreto es una fuerte dedicación a amigos y familiares (a través de los moai). Y también tienen un fuerte sentido de propósito en la vida (ikigai).