• 6 de julio de 2024

Consejo de Fiscalías y Asesorías (CON.FI.AS.), un ejemplo

Consejo de Fiscalías y Asesorías (CON.FI.AS.), un ejemplo

POR EDUARDO QUATTROPANI

Hasta el año 2022, los Fiscales, Asesores y funcionarios del Ministerio Público Fiscal y Tutelar se asociaban al Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial, es decir, a una institución que ya, desde su nombre, no los representaba o, como mínimo, no los incluía.

Ello motivó la creación de una nueva asociación denominada Consejo de Fiscalías y Asesorías (CON.FI.AS.), entidad que, al presente, es la más numerosa dentro del Poder Judicial, excluida, claro está, la Unión Judicial, entidad gremial cuyo crecimiento, en buena hora, ha sido significativo en los últimos tiempos.

Así, según datos recabados, CON.FI.AS. tendría 279 (doscientos setenta y nueve) socios activos, en tanto el Colegio de Magistrados tendría 180 (ciento ochenta) asociados con derecho a voto, según lo publicado últimamente.

Los motivos del éxito de CON.FI.AS. están a la vista, y algunos surgen desde su propio estatuto; así tales como la expresa prohibición para que el Fiscal General sea asociado, o que sus directos colaboradores formen parte de la Comisión Directiva.

Otro detalle estatutario está dado por la obligación de alternancia de género en el armado de la Comisión Directiva y la prohibición de reelección de sus principales autoridades.

No es casual, entonces que, prácticamente el ciento por ciento de quienes tienen derecho a hacerlo, se hayan asociado.

Desde los hechos, CON.FI.AS. puede sentirse orgulloso de haber organizado, junto a la Unión Judicial, jornadas sobre temas comunes a la administración de justicia, tales como los referidos a la autonomía del Ministerio Público y Paritarias, muestra clara de ser una asociación que comprende y practica la interinstitucionalidad.

Últimamente, CON.FI.AS. se ha pronunciado públicamente junto al Foro de Abogados y la Unión Judicial sobre temas referidos al funcionamiento de la justicia, otra muestra de independencia funcional y de que no tiene que pedir permiso a autoridad alguna para sentar posiciones.

Debo confesar mi orgullo cuando CON.FI.AS. se sienta a la mesa por convocatoria de la Corte, y cruda y respetuosamente plantea las necesidades de sus asociados, idéntica actitud que asume cuando se sienta frente al Fiscal General.

Quienes venimos de la vida institucional, en mi caso, del Colegio y del Foro de Abogados, así como del Consejo Federal de Política Criminal de los Ministerios y del Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina, sin olvidar el muy fugaz paso por la política, sabemos perfectamente que no hay nada más dañino que silenciar las voces críticas, que sólo los titubeantes buscan la paz del cementerio, que todo dirigente asociativo que tiene demasiado apego por las alfombras oficiales termina no representando nada.

CON.FI.AS. nació para eso, para marcar un camino, CON.FI.AS. es una de las consecuencias de que sus integrantes sientan orgullo de ser del Ministerio Público.

He omitido lo referido a los beneficios mutuales y otros porque ello es conceptualmente accesorio, y de no entenderse así, es mejor cerrar la institución y poner una agencia de viajes.

CON.FI.AS., un ejemplo que brilla por sí mismo, desde sus estatutos hasta sus concretas actuaciones.