• 17 de noviembre de 2023

Escasean opciones para cuidar a los adultos mayores: ¿Qué hacer ante la saturación de residencias geriátricas?

Escasean opciones para cuidar a los adultos mayores: ¿Qué hacer ante la saturación de residencias geriátricas?

En la provincia, entre la residencia estatal y los geriátricos habilitados, solo hay cupo para albergar a poco más de 800 personas y por eso hay interminables listas de espera. Existen sitios que no están en regla y son más baratos. El negocio es enorme porque la demanda es muy alta. En los últimos 7 años la cantidad de geriátricos se duplicó.

La esperanza de vida al nacer ha experimentado un incremento significativo en Argentina, alcanzando los 78 años para el año 2023, superando el promedio de la Región de las Américas en 4.1 años desde el 2000. Sin embargo, este aumento en la longevidad ha suscitado un desafío emergente: la escasez de lugares en geriátricos debidamente habilitados destinados a adultos mayores que no pueden vivir de manera independiente.

En San Juan, la oferta de residencias habilitadas para este propósito se muestra insuficiente, siendo estas opciones notoriamente costosas para muchas familias. Aquellas que no cuentan con la habilitación requerida representan una alternativa más económica, aunque plantean incertidumbres en cuanto a la calidad de los cuidados ofrecidos.

La situación se complica aún más por el colapso evidente de la única residencia estatal que hay en la provincia, llamada Eva Perón, las cuales enfrentan una sobrecarga significativa y extensas listas de espera. Este escenario plantea la cuestión crucial de qué hacer con el adulto mayor que ya no puede valerse por sí mismo, cuando los recursos disponibles para su atención resultan escasos y saturados.

Ante la saturación de residencias geriátricas y la escasez de opciones para cuidar a adultos mayores que no pueden vivir de manera independiente, una alternativa viable podría ser el impulso de programas de cuidados domiciliarios subsidiados o apoyados por el gobierno. Al menos esto es lo que sugieren algunos especialistas en el tema. Sin embargo, se trata de políticas gubernamentales que hasta el momento no se han puesto en práctica en la provincia. Sugieren además que se podría incentivar la formación de redes comunitarias de apoyo para proporcionar compañía y ayuda a aquellos adultos mayores que viven solos o tienen dificultades para acceder a servicios de atención.

Cabe destacar que a nivel nacional, las estadísticas indican que entre 10 y 22% de la población mayor de 60 años necesita algún tipo de ayuda para su vida diaria. Sin embargo, de los más de 7 millones de adultos mayores, solamente 2% se encuentra residiendo en geriátricos. Existe un alto porcentaje de residencias sin registrar, que representaría el 50% del total de los establecimientos, según datos del propio Ministerio de Salud

La Residencia Eva Perón tiene su capacidad colmada y una lista de espera constante.

 La Residencia Eva Perón, con una capacidad colmada y una lista de espera constante, enfrenta una situación crítica en San Juan, donde solo hay 31 geriátricos habilitados que alojan a 675 personas.

El mínimo de personal Según la normativa nacional, cualquier casa de residencia asistencial – geriátrico- debe contar con lo siguiente:

El equipo estará compuesto por un Coordinador/Director, quien será un trabajador social o un terapeuta ocupacional, un trabajador social, un terapeuta ocupacional, personal capacitado en acompañamiento, cuidado y monitoreo con formación en salud mental, personal de apoyo, y personal de mantenimiento y servicios. La capacidad máxima de la residencia será de 20 personas distribuidas en habitaciones con un límite de hasta 4 camas, sin camas superpuestas. Cada cama deberá contar con una superficie mínima de 7,50m2 y un cubaje de 20m3. En cuanto a los sanitarios, se dispondrá de al menos 1 por cada 4 personas, incluyendo un sanitario adaptado para personas con discapacidad. El área del Comedor/Estar ofrecerá una superficie mínima de 1,80m2 por persona. El Gabinete/SUM tendrá una dimensión no menor a 12m2, la cocina contará con una superficie mínima de 9m2, además de depósitos específicos para alimentos, medicamentos y elementos de limpieza, cuyas dimensiones se determinarán según la cantidad a almacenar.

El equipo de la residencia estará encabezado por un Coordinador/Director, quien podrá ser un trabajador social o un terapeuta ocupacional, acompañado por un psicólogo, trabajador social o psicólogo social. Además, contará con un terapeuta ocupacional, personal capacitado para el acompañamiento, y personal de apoyo con funciones de mantenimiento y servicios. Esta residencia tendrá una capacidad máxima de 15 personas y deberá cumplir con los requisitos generales establecidos para la categoría anterior, la Residencia Asistida con bajo nivel de apoyo.

El equipo de la residencia estará liderado por un Coordinador/Director, preferiblemente un médico psiquiatra, en caso de ausencia de este, se requerirá la presencia de un psicólogo. Además, contará con un médico, un enfermero por cada 10 personas por turno, un psicólogo, un trabajador social o psicólogo social, un terapeuta ocupacional, un psiquiatra, un nutricionista, personal especializado para el acompañamiento, y personal de apoyo encargado de brindar servicios y acompañamiento. Esta residencia tendrá una capacidad máxima de 15 personas y deberá ajustarse a los requisitos generales establecidos para la categoría anterior, la Residencia Asistida con nivel medio de apoyo.

El programa Casa Activa, en desarrollo en los departamentos de Chimbas y Pocito, está dirigido a promover la autonomía y el esparcimiento de adultos mayores de 60 años que no califican para créditos hipotecarios debido a su edad. El Instituto Provincial de la Vivienda ejecuta este programa nacional en la provincia, ampliando así la política habitacional hacia este grupo etario, ofreciendo soluciones habitacionales a quienes no pueden acceder a créditos hipotecarios debido a su edad.

Es importante señalar que el PAMI participa en este proyecto proporcionando equipamiento y prestaciones necesarias para su correcto funcionamiento.  Este enfoque de atención comunitaria se orienta a adultos mayores autónomos, sin necesidades especiales de cuidado, fomentando su integración en la sociedad y fortaleciendo el sentido de pertenencia a través de un espíritu cooperativo.