• 10 de agosto de 2024

El penal de Chimbas en peligro de colapso

El penal de Chimbas en peligro de colapso

Aloja mil personas más de su capacidad a lo que hay que agregar condenados en comisarías. Todo esto condiciona las penas judiciales y pese a los esfuerzos de personal y directivos, hay avances y retrocesos. Mientras, la Nación paga un tercio de lo que cuesta mantener a presos federales y habla de bajar la edad de imputabilidad

Podríamos hablar de crisis, de sobrepoblación, de situaciones inhumanas, de parches y remiendos.

Pero hay una sola palabra que engloba y condiciona todo: peligro de colapso. El Penal de Chimbas está en peligro de colapso desde hace años y en las actuales condiciones es una bomba de tiempo que, pese al arduo trabajo de autoridades y personal, puede estallar en cualquier momento.

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Voces de alarma no faltan.

Enrique Delgado, director del servicio penitenciario provincial, expuso una situación alarmante en las unidades carcelarias.  «Desde el momento en que inició la gestión, ya llevamos 7 meses, siempre planteé que el mayor punto de conflictividad en el servicio penitenciario es la superpoblación. Estamos en un nivel de superpoblación bastante crítico«.

Actualmente, el sistema penitenciario de San Juan alberga a aproximadamente 1.850 internos en una infraestructura diseñada para 800.

«Para que la gente tenga una idea, hay mil personas más que lo que la cárcel puede hoy prestar servicio», alertó Delgado.

Enrique Delgado, director del Servicio Penitenciario, habló del problema de la superpoblación carcelaria.

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«En un solo lugar físico tenemos cuatro unidades. En la Unidad 1 hay casi 900 internos, en la Unidad 2 están los que tienen delitos contra la integridad sexual, luego está la Unidad de Mujeres y en la Unidad 4 hay internos federales e internos comunes y los que tienen conflictividad en la convivencia», introduce el funcionario.

En este contexto, reconoce que «lo que funcionaría en otra provincia con cuatro unidades, nosotros tenemos en un solo lugar físico repartido en cuatro sectores. Creo que amerita de forma urgente que se termine el Sector 5, que la nueva administración del ejecutivo a cargo de Marcelo Orrego ha tomado el compromiso de construirlo lo más urgente posible».

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El problema más crítico se encuentra en el denominado ‘Sector 2’, una sección destinada a personas privadas de libertad por delitos contra la integridad sexual.

La gravedad de la situación se ve reflejada en las condiciones de alojamiento, a tal punto que las autoridades del Servicio Penitenciario alojan actualmente a unos 500 internos en la antigua edificación que data del año 1920, «es real, hay internos alojados en la antigua Cárcel de Piedra, que no reúne las condiciones para ser habitada», agregó Delgado. Un informe del Ministerio Público de Defensa confirmó que muchos internos están durmiendo en el piso debido a la falta de espacio adecuado.

La cárcel de Chimbas tiene más del doble de internos que la capacidad prevista

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La superpoblación no solo genera problemas de alojamiento, sino que también aumenta los costos operativos, según explicó el funcionario, «sostener a la cárcel es hoy caro para la provincia. En alimentos tenemos costos de unos 6.000 pesos por interno«, indicó Delgado.

En cuanto al manejo de la seguridad dentro de las cárceles, Delgado reconoció que, a pesar de la superpoblación, no ocurrieron conflictos severos gracias al esfuerzo del personal penitenciario. Sin embargo, la falta de agentes sigue siendo un problema. «No tenemos personal suficiente, hoy día hacen lo necesario para cumplir sus funciones y no tener problemas graves», enfatizó.

Ante la falta de infraestructura y personal adecuado para manejar a menores en el sistema penitenciario, Delgado subrayó la necesidad de una respuesta coordinada de los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo. «Esto merece una respuesta de las autoridades, tanto provincial como nacional», concluyó Delgado.

CONTRA TODA NORMA LEGAL

Uno de los problemas que está ocasionando la gran cantidad de internos que hay en el Servicio Penitenciario Provincial es que hay 65 detenidos, que deberían estar alojados en la institución pero que, por la falta de espacio, permanecen en las comisarías de la provincia.

Así lo reconoció el subjefe de la Policía de San Juan, Diego Morales. “Es un problema porque, en primer lugar, en las comisarías no existen las instalaciones adecuadas, y segundo, que el policía no es guardiacárcel, se necesita una preparación especial. Todo eso hace un combo que nos complica muchísimo en cuanto a la prevención”.

El subjefe Morales contó que “cada dos por tres tenemos intentos de suicidio en las comisarías, ahorcamientos, motines, se cosen la boca”.

El funcionario policial explicó que la situación se debe a que el sistema permite que unos 5 condenados por días sean admitidos en el Penal, pero como todos los días salen condenas, las comisarías se siguen llenando con detenidos que no alcanzan a ser derivados al Servicio Penitenciario en Chimbas.

“La cantidad de detenidos baja un poquito, pero por lo general mantenemos ese número, y las prioridades son esas”, sostuvo Morales.

Señaló que es el área de Asuntos Judiciales de la Policía de San Juan la que va determinando las prioridades. “Hay gente muy peligrosa, gente conflictiva, y con adicciones, por eso se van armando listas de prioridades para determinar quiénes son los primeros en ir al Penal”, dijo.

Entre los problemas que se presentan en las comisarías dijo que no hay espacio para las visitas íntimas ni para esparcimiento y menos para el tratamiento de las adicciones.

Todo el problema es porque, según la ley, todo condenado tiene que ser derivado a una institución penal para su recuperación social, lo que no se puede conseguir desde el calabozo de una comisaría, que no está preparado para esa función.

La situación es realmente grave. Nadie quiere pensar en una gran motin con fugas, algo que por ahora parece improbable. ”Lo ocurrido en 1999 sirvió para que aprendiéramos a manejar situaciones conflictivas”, dicen.

Mientras, se buscan soluciones más o menos mediatas.

1 – Terminación del Pabellón cinco que posibilitaría el traslado de detenidos a ese sector mientras se adecuan otros pabellones.

2 – Gestionar el traslado de los presos federales a otras cárceles lo que es muy difícil pues están todas saturadas.

3 – Enviar como presos domiciliarios a condenados con penas menores de 3 años. Se habla de alrededor de 300 personas. Para ello habría que disponer de sistemas electrónicos de control y construir un centro de monitoreo, inversiones que son importantes y obligaría a designar a más personal tanto para la custodia externa como el control interno.

Ninguna de estas medidas ni todas juntas brindarían una solución definitiva al tema.

La Nación no cuenta en San Juan con una cárcel propia para los condenados y procesados por la Justicia Federal, por lo que usa las instalaciones del Penal de Chimbas. A cambio, mediante un convenio, le paga a la provincia por la atención integral de esos presos. En la cárcel sanjuanina hay actualmente 150 internos federales y la cifra, en promedio, se mantiene.

El monto abonado por el Estado nacional quedó congelado a partir de 2017. Desde entonces, le pagó a cada provincia $315 por interno por día y aunque la inflación provocó que aumentara absolutamente todo (bienes y servicios) en la Argentina, el valor se mantuvo sin cambios hasta este año.

La administración de Milei accedió hace días al pedido de los gobernadores y a principios de julio, la ministra Patricia Bullrich llevó la cifra a $2.000 por día en forma retroactiva a enero de 2024. Es decir, una suba de casi 540%.

Lo curioso es que cada preso cuesta sólo en comida $6.000 por día.

Lo último que cobró San Juan fue el primer trimestre de 2021. Tras ese pago, que incluyó varios años de la época de Macri, la gestión del expresidente Fernández no desembolsó mas recursos.

Según los datos que manejan en los despachos orreguistas, la anterior administración presidencial se fue sin cancelar $66 millones. Son $18 millones por los tres trimestres pendientes de 2021, $24 millones por todo 2022 y el mismo monto por el año pasado.

A lo anterior se suma la deuda que se generó en el primer semestre de este año.

Bullrich y Cúneo Libarona

defendió el proyecto para bajar la edad de imputabilidad en menores a 13 años La iniciativa ingresó al Congreso semanas atrás y se encuentra a la espera de que comience su tratamiento. En síntesis, propone establecer un nuevo Régimen Penal Juvenil que contemplará que los adolescentes de entre 13 y 18 años sean imputados por un hecho tipificado como delito en el Código Penal. A su vez, también recaerá una sanción sobre aquellas personas mayores que actúen como instigadores. El texto del proyecto fue elaborado en conjunto por la cartera de Justicia y el Ministerio de Seguridad.

Consultado el director del Servicio Penal Enrique Delgado fue claro al respecto:

 «Absolutamente no. En primer lugar estamos hablando de niños. No podríamos alojarlos con la población común. O sea, se debería hacer un gran esfuerzo para ubicar un lugar. Pero por otra parte, aumentaría notablemente la cantidad de penados y tampoco hay lugar para más».

En el recinto penitenciario de la Unidad N° 1 de Chimbas se encuentra en estado avanzado la obra del nuevo Sector5, que albergará a internos de seguridad media y que obedezcan a calificación de buena conducta. Se organiza en Cuatro (4) Pabellones, contribuyendo en su totalidad a 236 celdas individuales, nuevo cierre perimetral y servicios.

El diseño de cada Pabellón responde a un esquema «modular», donde las celdas se ubican (en 2 niveles) alrededor de un espacio de uso común, todo vigilado desde un Puesto de Control.

Cabe destacar que las celdas cuentan con la capacidad de instalación de sistemas de apertura o avisos electrónicos, aunque hasta el momento serán manuales y manejados por el personal penitenciario.

FUE REALIZADO EL 9 DE OCTUBRE DE 2023

El informe de monitoreo, realizado por María Cecilia Acosta Güemes y Leandro Botta Ameri de la Comisión de Cárceles, Florencia Quatrin de la Comisión de Género, junto con las Dras. Ana López y Gema Guillen Correa de la Defensoría Pública Oficial ante el Juzgado Federal de Primera Instancia de San Juan, documenta las observaciones efectuadas durante la visita a la Unidad Penal de Chimbas el 9 de octubre de 2023.

La inspección, que incluyó la observación directa y el registro fotográfico de varios pabellones y áreas de enfermería, tuvo como objetivo evaluar las condiciones materiales de detención en el marco de las tareas de control general encomendadas a esta Comisión.

Puntos negativos

– Superpoblación: El pabellón de hombres alberga a más personas de su capacidad, lo que agrava las condiciones de detención.
– Condiciones estructurales: Techos, paredes y pisos en mal estado, filtraciones de agua y problemas de humedad.
– Sanitarios: Duchas sin flor, sanitarios en mal estado y problemas de descarga.
– Alimentación: Comida en mal estado, menú repetitivo y quejas sobre el servicio de viandas.
– Atención a la salud: Deficiente atención médica, dificultad para conseguir turnos extramuros y problemas con la entrega de medicamentos.
– Atención psicológica: Falta de personalización en la atención y ausencia de un espacio adecuado para entrevistas.
– Ventilación y calefacción: Insuficiente ventilación en celdas y espacios comunes, especialmente en el pabellón 1 con techo de chapa.
– Condiciones de trabajo: Necesidad de incorporar más internos a los talleres productivos.
– Fumigación: Presencia de plagas y necesidad de intensificar las fumigaciones.
 Procesos de visita: Demoras en el ingreso de visitas que reducen el tiempo disponible para los internos.

Fotos agregadas al informe del año pasado.

Puntos Positivos

– Capacitación del personal: Personal penitenciario capacitado para la manipulación de alimentos.
– Atención médica: Sistema híbrido con médicos del Servicio Penitenciario y médicos civiles.
– Talleres oroductivos: Aproximadamente 20 talleres de diversos oficios disponibles para los internos.
– Instalaciones médicas: Salas de atención primaria con insumos básicos y específicos.
-Prótesis dentales: Colocación de prótesis dentales dentro del establecimiento.
– Iluminación y ventilación: Buena iluminación y ventilación en algunos pabellones, facilitada por ventanas al patio exterior.
– Atención ginecológica: Buena atención ginecológica para las internas, aunque con preocupación por la posible renuncia de la profesional.
– Espacios comunes: SUM en buen estado con mesas, bancos, heladeras y electrodomésticos proporcionados por las internas.
– Comunicación telefónica: Celulares corporativos del SPP disponibles para las internas.
– Capacidad de mejoras: Potencial para realizar mejoras estructurales y de servicios con la adecuada inversión y políticas

>En total funcionan unos 15 talleres dentro del Penal y están destinados a enseñar oficios a los internos para que el día que recuperen la libertad tengan la posibilidad de reinsertarse en la sociedad. Los mismos dependen de la División de Infraestructura y Laborterapia, que analiza y define qué reclusos acceden a ellos, dependiendo de sus aptitudes y comportamientos detrás de las rejas.

>Cada taller tiene a sus maestros que son penitenciarios especializados en la materia y dos veces por día imparten sus conocimientos, de mañana y de tarde para grupos de 20 reclusos, aproximadamente.

>Metalúrgica, carpintería, albañilería, plomería, mantenimiento de instalaciones, peluquería, mecánica, bicicletería, alfarería, panadería y actividades en lo textil se desarrollan en los talleres que no sólo sirven de herramienta para que los presos se integren a la sociedad, sino que ayudan a incorporar hábitos que muchos internos jamás tuvieron.

>El 70% de los internos que acuden a los cursos nunca antes trabajó, por lo que además de conocimientos imponen disciplina y hábito. Aprenden a cumplir un horario, a levantarse temprano, a respetar ciertas normas de trabajo y a saber de lo capaces que son de hacer.

>El mantenimiento del lugar al igual que el de sus artefactos corre por cuenta, muchas veces, de los reos especializados. Ya sea reponer una instalación eléctrica o armar una moto que era chatarra, todo es posible si hay capacitación, materia prima, mano de obra y tiempo.

>El 90% de las personas que ingresan son analfabetas, no terminaron sus estudios y por circunstancias de la vida terminaron acá. Representan estadísticas que no están en ninguna comunidad sanjuanina, se observa cierta marginalidad social por lo que es importante la educación formal y la no formal, en el deporte también, para lograr su reincorporación social.

>El 10% o menos es la cantidad de internos que participan en hechos de violencia. El 90% de los reclusos respeta la convivencia, respeta los reglamentos de la institución.

Contrariamente a la mayor parte de los países europeos, los Países Bajos registran un descenso de su población carcelaria, hasta el punto de que, actualmente, alquilan celdas a Bélgica y a Noruega. Las causas se encuentran en una política de reinserción eficaz, en penas cortas, en sanciones financieras y también en motivos presupuestarios.

Desde 2014, los Países Bajos han cerrado un total de 23 cárceles, reconvertidas en muchos casos en viviendas y en hoteles. No en vano, tiene la tercera tasa más baja de encarcelamiento de Europa… pero los datos aún asustan más.

Las condenas han bajado en un 27% en la última década pero, lo más sorprendente, es que no se produce por un cambio de la Justicia a la hora de mandar a la cárcel a los delincuentes, sino que en el mismo periodo de tiempo se han desplomado en un 40% el número de delitos cometidos. ¿Qué es lo que está sucediendo? No existe una explicación real, salvo dos conceptos: la legalización de las drogas y la reinserción, que ha provocado que los más proclives a reincidir no lo hagan.

 Decenas de cárceles han tenido que reinventarse como resultado de medidas alternativas para la reinserción social de los agresores. Otro de los sistemas que mejor está funcionando es el seguimiento electrónico que se aplica a los condenados por delitos menores: las personas pueden permanecer activas, pero localizadas, y contribuyendo al crecimiento del país. Mientras, otros criminales dedican determinadas horas de su día a trabajos sociales al servicio de la comunidad.

 Sin embargo, en algunos sectores de población existe cierto miedo, ante la posibilidad de que un paciente psiquiátrico no vuelva tras sus periodos de libertad condicional y pueda cometer un delito, como ocurrió en 2017, cuando uno de ellos violó y mató a una joven. En muchos casos, el paciente tiene fases en las que hace vida normal en la calle, como parte de esa reinserción, algo que no todo el mundo ve con buenos ojos. Pero lo cierto es que los resultados están ahí.

 Mucha gente tiene miedo a que esos presos en plena reinserción estén en periodos de libertad y que los aprovechen para volver a delinquir pero, sorprendentemente, el número de delitos también ha bajado significativamente.