- 23 de noviembre de 2024
El G20: de la economía a la política


POR MARCELO DELGADO
Corría el año 1999 y el G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos), resultaban impotentes para resolver los desafíos económicos del siglo XXI. El crecimiento de China, Rusia, Brasil, la importancia de México, Argentina, los países del norte de África, Australia, Canadá, España, entre otros actores, generaban la necesidad de una mesa más grande; que no sólo sea funcional a intereses políticos (como la ONU), sino que pueda ser base de grandes acuerdos económicos.
Lawrence Summers (secretario del Tesoro de EEUU) y Paul Martin (Ministro de Finanzas de Canadá), idearon este grupo hace 25 años, que convocaba a los titulares de las carteras económicas y presidentes de los bancos centrales de los 20 países más relevantes de la economía, que hoy concentran más del 70% de la población mundial y el 85% del PBI global. Esta idea de una reunión para acordar algunas reglas de juego en el comercio internacional, se transformó en el foro más importante de la economía mundial, y, desde 2008, la agenda se extendió a temas como el calentamiento global, las guerras, tecnología, logística y transporte, entre otros temas. Al mismo tiempo, la convocatoria se referenció a las máximas autoridades de cada país y las instituciones asociadas.
Esta semana, se celebró el G20 en nuestro vecino país, Brasil y no sólo convocó a los presidentes de los 19 países, que son miembros activos: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía y la Unión Europea.
Estos foros no sólo permiten a los países visibilizar sus posiciones, propuestas y acuerdos regionales, sino que se favorecen los encuentros bilaterales, que, a la postre, resultan más jugosos que las cuestiones protocolares. Las reuniones paralelas y de los equipos económicos, siguen siendo las más operativas, pero el “cara a cara” de los líderes globales, define las agendas. Al presidente Milei ahora no le tocó estar con sus amigos, como lo hizo con el electo Donald Trump hace unos días, sino que se encontró con algunos de sus enemigos ideológicos, como el anfitrión Lula Da Silva, Xi Jinping o Vladimir Putin. Las agendas bilaterales de Argentina, sin lugar a dudas han cambiado significativamente con la llegada del presidente libertario, pero no podemos soslayar la importancia comercial y estratégica de Brasil, China o Rusia. Estados Unidos, puede ayudar a que la Argentina tenga un buen trato con el FMI o el Banco Mundial, pero está clarísimo que su socio comercial más importante es y será México. Los productos argentinos tienen más chances de comercializarse en Europa, y los primarios, en China y Rusia. La minería, el petróleo, la pesca y los productos con agregado de valor, como el aceite de soja, el mosto, o la miel, tendrán mejores posibilidades en los países emergentes, China y África del Norte, que en Estados Unidos. Por eso, el G20, es una oportunidad gigante, para hacer buena política, pero también excelentes negocios. ¿Será?