El destinatario

POR EDUARDO QUATTROPANI

Está claro que toda decisión que se tome en el ámbito de la administración de justicia debe tener como primera y última finalidad el brindar un adecuado servicio al ciudadano. De eso no puede dudarse. Partiendo de esa premisa básica, desde ese concepto, es difícil equivocar el camino, pues,si una decisión no logra aquella finalidad, simplemente, o es errada, o responde a un interés ajeno al deber ser. Sé que decirlo o escribirlo es fácil y que para ser creíble debe poder traducirse o reflejarse en actos positivos, concretos, tangibles.

Desde el Ministerio Público, creo, hemos dado y damos claros ejemplos de apegarnos a ese pensamiento, así, al presente, hemos renunciado a más de cien días de licencia, así cuando las Unidades Fiscales trabajan REALMENTE las 24 hs todos los días del año,así cuando se exige a sus integrantes empatía para con la gente.

Desde el Ministerio Público también damos prueba de ello cuando nos abstenemos de pronunciar discursos y, a cambio, concretamos hechos, pues la calle, la realidad, nos ha enseñado que eso es innegociable.

Sin conceptos claros, sin PARADIGMAS asumidos, sin mística y liderazgos el fracaso no queda muy lejos.