Cómo será el juicio por la desaparición forzada de Raúl Tellechea

Hay más 200 testigos, entre los cuales sobresalen exjueces provinciales y un exsecretario Federal. Los imputados. Ocho claves de cómo se intentó desviar la investigación, según el expediente.

Pasaron 17 años, 11 meses y 2 días para poder conocer la fecha de juicio de la causa por la desaparición forzada del ingeniero Raúl Tellechea, hecho ocurrido el 28 de setiembre de 2004.

El Tribunal Oral Federal en lo Criminal N° 2, que preside la sanjuanina Eliana Rattá, acompañada por las juezas de San Luis, Gretel Diamante y María Carolina Pereira, fijaron como fecha de inicio de las audiencias el lunes 12 de diciembre, en la sede del TOF, aunque el lugar podría cambiar en virtud de la atención del público y la concurrencia que pudiera darse.

Las audiencias se realizarán solo los lunes por el hecho que dos de las integrantes del tribunal viajan especialmente desde San Luis. Por esta razón se estima que el juicio podría durar un año. No solo la cantidad de debates semanales es lo que lo estiraría, sino también el hecho de que la lista de testigos se cerró en 260 personas.

La causa tiene 45 cuerpos, traducidos en fojas considerando que cada cuerpo tiene 200 fojas, en total los jueces, el fiscal y los abogados de la querella y la defensa deberán repasar 9 mil fojas. Además, hay que sumar toda la prueba documental, como pericias psicológicas de allegados a Tellechea, según pidió oportunamente la defensa de tres de los imputados.

Entre la larga lista de testigos, aparecen cinco nombres que llaman la atención pero que tuvieron actuación en la causa. Ellos son el exjuez del Segundo juzgado Correccional, Eduardo Jacinto Gil, que fue el primero en tomar la denuncia por averiguación de paradero, pero que después se declaró incompetente y pasó las actuaciones a un juzgado de Instrucción. Por esa razón es que se citó también a Leopoldo Zavalla Pringles, exjuez del Primer juzgado de Instrucción, que fue quien dio continuidad a la investigación por la desaparición, pero también tuvo a su cargo una causa por presunto fraude, denuncia formulada por cuatro afiliadas a la Mutual del Personal de la UNSJ, Margarita Camus, Guillermina Cesco Y Beatriz Toro, causa que fue desestimada con el correr del tiempo.

También deberá comparecer el exjuez del Segundo juzgado de Instrucción, Agustín Lanciani, quien tuvo a su cargo la resolución del expediente tras un fallo de un tribunal superior. Lanciani también determinó que Tellechea habría realizado maniobras fraudulentas dentro de la Mutual.

La lista no se agota con los nombres de estos tres jueces, también deberán prestar declaración testimonial la exjueza del Quinto juzgado de Instrucción, María Inés Rosellot, que, al momento de la desaparición de Tellechea, cumplía funciones como Secretaria Letrada del Segundo juzgado Correccional.

Por último, también un funcionario de la justicia Federal deberá prestar declaración testimonial. Se trata de Carlos Tacca Conte-Grand, exsecretario letrado del juzgado Federal N° 2 de San Juan.

Los exjueces no pueden ser sometidos a un reproche por su actuación en el expediente, pero sí pueden brindar declaración testimonial por todo aquello que no está en el expediente.

Los diez imputados

Luis Moyano: fue miembro de la comisión ejecutiva de la Mutual del Personal de la UNSJ Y secretario de Promoción Social del gobierno de José Luis Gioja.

Miguel del Castillo: exintegrante de la mutual de la UNSJ.

Eduardo Oro: exintegrante de la mutual.

Luis Alonso: exintegrante de la mutual.

Sebastián Cortés Páez: supuesto arrepentido en la causa.

Miguel González: exjefe de la Policía de San Juan.

Mario León: exjefe de Seguridad Personal de la Policía de San Juan.

Alberto “Lali” Flores: expolicía que fuera exonerado de la fuerza.

Juan Marcelo Cachi: exsecretario del Consejo de la UNSJ.

Aurora Ahumada: empleada de la Mutual.

Lo que busca probar el fiscal

Francisco Maldonado, fiscal Federal, busca probar que la razón de la desaparición forzada de Raúl Tellechea tenía estrecha relación con una supuesta maniobra fraudulenta con fondos de la mutual. Tellechea, quien armó el sistema contable de la entidad, habría encontrado cosas poco claras.

Para Maldonado, cuando Tellechea expone la situación, es que contactan a “Lali” Flores, un policía exonerado de la fuerza que se dedicaba a tareas de seguimiento, para que realizara un “apriete” al ingeniero y comisario deportivo de ciclismo.

A partir de esto, es que el fiscal infiere que al estar presen te la figura de Moyano -funcionario en ese momento también- ya aparecía la figura del Estado, con la sospecha de vinculaciones policiales que quisieron instalar la versión de que Tellechea era quien habría cometido una maniobra fraudulenta por conocer el sistema contable a la perfección.

Maldonado no dejó pasar por alto una resolución del exjuez Eduardo Gil, donde manifestaba la interferencia del entonces jefe de la Policía, Miguel Francisco González, en la investigación obstruyendo a la justicia.

La desaparición forzada es considerada un delito de impunidad ya que con ese hecho se intenta ocultar otros hechos ilícitos.

Cómo se intentó desviar la investigación, según el expediente

• Los policías ocultaron las pruebas recolectadas durante los allanamientos a la casa del ingeniero desaparecido. No las incorporaron al expediente.

• La División Criminalística hizo pericias en el Dique de Ullum, en desembocadura del Río Seco, incluso con excavaciones. Esas pericias tampoco se incorporaron el expediente.

• Ocultaron el contenido de una llamada que para la justicia es “crucial para el avance de la investigación”. Tampoco intervinieron los teléfonos de los principales sospechosos.

• No buscaron a un sospechoso que se presentó como arrepentido, ni hicieron procedimientos en los lugares que indicó.

• A pesar de todas las pruebas, los policías encargados de la investigación lo siguieron buscando como prófugo. Incluso presentaron una testigo trucha que decía que estaba en Buenos Aires.

• “En definitiva, se deduce de lo demostrado previamente que el policía sospechado esquivó hasta la más mínima diligencia persecutoria que reclamaba la aparición de un presunto arrepentido”.

• Sembraron pruebas falsas: le enviaron a Interpol una declaración falsa a la que le atribuyó un origen confiable, provocando “un dispendio jurisdiccional caprichoso” para favorecer la versión de la huida del Tellechea al extranjero.

• Nunca le tomaron declaración a Luis Héctor Moyano, presidente de la mutual donde trabajaba y “supuesto afectado personal por las irregularidades atribuidas a Tellechea”.