Tiene el Concejo en contra. Fue interpelado y la historia seguirá el próximo miércoles. Lo acusan de irregularidades. El giojismo piensa en la destitución y el PRO en desgastarlo. Le facturan haber llegado con el giojismo y ahora estar con el uñaquismo. En el medio, los habitantes y los empleados municipales.

Rawson, el departamento donde el año próximo podría darse “la madre de las batallas” en materia electoral, vive días de tensión. Tras la aprobación por parte del Concejo Deliberante en pleno para interpelar al intendente Rubén García, se desató una guerra de opiniones sobre la legalidad de la decisión del cuerpo, que finalmente pudo cumplir, ya que el jefe comunal se presentó el miércoles 2 a las 11 de la mañana.

Un intendente que se navega por las aguas de la soledad del poder, pero que busca mantener el buque a flote, atraviesa las horas más amargas desde que llegó al poder en el 2019. Mala gestión y presuntas irregularidades son los ejes de los cuestionamientos.

La interpelación contra el jefe comunal la solicitaron doce concejales, ocho del bloque Lealtad Justicialista y cuatro del Pro. Las principales causas que motivaron la medida fueron el uso de combustible de los funcionarios del municipio y el faltante de nichos en el cementerio.   

La interpelación no ha terminado, pasó para un cuarto intermedio que se reanudará el próximo miércoles. En medio de la disputa, acusaciones cruzadas entre intendente y concejales que dejó al desnudo que algunos de los ediles tienen a familiares como asesores.

Pero, como toda guerra, tiene sus daños colaterales. En este caso las víctimas con los empleados del Municipio. Un decreto del intendente, el 1143, establecía un 25 por ciento de incremento en concepto de diferencia entre el nivel J, el que menos gana, y el nuevo nivel asignado por dicho decreto. Dicha diferencia fue percibida por los empleados con los haberes de octubre.

Sin embargo, esa pequeña alegría para el nivel más bajo de los empleados municipales duró poco, porque el Concejo Deliberante, por unanimidad, rechazó el decreto en todas sus partes por presuntas irregularidades y el no apego al convenio alcanzado en la Subsecretaría de Trabajo con el gremio SUOEM, y ordenó descontar de los haberes de noviembre ese monto percibido, además de no continuar pagándoselos.

El inicio de la guerra

El punto de partida de este enfrentamiento entre el Concejo Deliberante y el intendente de Rawson tiene que ver con motivaciones políticas más que de gestión o mala gestión. Es que, en el 2019, Rubén García fue el elegido par dar continuidad a la gestión de Juan Carlos Gioja, de hecho, era el secretario de Obras en la gestión de Juan Carlos como intendente. Era un hombre del giojismo.

El actual presidente del Concejo Deliberante, Juan Carlos Salvadó, no dudó en responder ante una consulta periodística que “Rubén García hizo campaña para un equipo y después se fue a jugar a otro bando. Él mismo manifiesta que va a estar en la lista de Uñac”. Ese sincericidio viene a poner blanco sobre negro en esta situación de extrema violencia política en el departamento. Así, García realizó cambios en su gabinete.

Protestas. En diciembre del 2021, el secretario General del Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales arremetió contra el intendente Rubén García. Las paritarias estaban paradas por una presentación judicial. Una asamblea de empleados protestó frente a la Municipalidad

Solo. La interpelación contra el jefe comunal la solicitaron doce concejales, ocho del bloque Lealtad Justicialista y cuatro del Pro.

¿Era legal la interpelación?

Uno de los puntos de discusión era la legalidad de la interpelación al intendente. La interpelación al jefe comunal está prevista en la Carta Orgánica Municipal, en su artículo 39. Inciso 26, con lo que la decisión del Concejo estuvo respaldada legalmente.

Pero, uno de los puntos que no se habría cumplido es el tiempo que debe mediar entre la notificación al intendente y la fecha de interpelación, que, según la misma Carta Orgánica, se tratan de diez días hábiles.  Desde el entorno del intendente se pensó en un primer momento plantear la nulidad de la interpelación, pero fue el propio Rubén García el que optó por presentarse con solo tres días de preparación para los más de cuarenta temas planteados para que respondiera.

García y la situación política

Rubén García ha quedado en la más absoluta orfandad política. Tiene un Concejo totalmente en contra. De los 8 ediles del Frente de Todos, ninguno le responde. Los 4 restantes, que pertenecen al PRO, aunque están partidos en dos bloques, se suman y buscan el desgaste del jefe comunal aliándose con el giojismo.

En casa de gobierno siguen con atención el desenvolvimiento de los acontecimientos, pero por ahora, prefieren no emitir opinión, al menos públicamente. Sí hay preocupación por el impacto y el desgaste político que pudiera sufrir el Frente de Todos en el departamento.

Las frases del intendente

¿Se viene el juicio político?

Una de las especulaciones que se hacía es que después de la interpelación se venía el juicio político para destituir al jefe comunal.

Al parecer esa medida extrema no prosperaría, ya que el criterio es permitir que termine el mandato dentro de los plazos constitucionales, pero totalmente debilitado, sin concejales que lo acompañen. Esto tendría como consecuencia directa que García revea la posibilidad de ir por un nuevo mandato o, si busca la reelección, que no sea beneficiado por el voto popular. En medio de este deseo, le nuevo sistema electoral que podría ser el salvoconducto y darle un período más pese a la efervescencia política.

Dentro del bloque giojista, el más empecinado con plantear el juicio político es el concejal Fabián Olguín. Bajo su punto de vista están dadas las condiciones para que el jefe comunal sea separado del cargo. No es el mismo criterio que tiene el resto de los integrantes del bloque, algo que se va a discutir en estas horas.

Por el lado del PRO, la cautela es grande y no son partidarios de un juicio político. Según dicen, no quieren victimizarlo, solo buscan el desgaste de la gestión.